Junts avisa de que su apoyo a Pere Aragonès no será gratis
El golpe de timón de Esquerra, que el sábado anunció su intención de formar un Govern en solitario tras dar por rotas las negociaciones con Junts, ha irritado a los posconvergentes. Aunque Jordi Sànchez, secretario general de Junts, sugirió la posibilidad de que si el candidato de ERC, Pere Aragonès, lograba el apoyo de la CUP y los comunes, cuatro diputados posconvergentes podrían apoyar su investidura, ayer, la vicepresidenta y portavoz del partido, Elsa Artadi, advirtió de que ese soporte, en todo caso, «no será gratis».
Al no querer saber nada de los socialistas –ganadores de las elecciones–, sea cual sea la fórmula de gobierno elegida, Aragonès necesita del beneplácito de Junts para ser investido. Y su gesto del sábado, de «levantarse unilateralmente» de la mesa –en definición de Artadi– cuando el pacto para gobernar en coalición (ERC y Junts) estaba «al alcance de los dedos», no ha sentado bien a los posconvergentes. Pese a ello, Artadi, en una entrevista ayer en la emisora Rac1, igual que Sànchez el día anterior, insistió que no renuncian a seguir reuniéndose con ERC «mañana, tarde y noche», ya que su prioridad sigue siendo formar un Govern de coalición.
El principal escollo para llegar a un acuerdo, tras más de 80 días de negociaciones, es el papel destacado que Junts quiere conceder al fugado Carles Puigdemont. Y ERC dice que no acepta «tutelas» para gobernar. Si no logran entenderse en los próximos 16 días, automáticamente, y por ley, se convocarán nuevas elecciones.