Los grandes museos europeos se reencuentran con el público
·Reabren sus puertas en Londres, París y Ámsterdam con exposiciones como la dedicada a Alicia en el Victoria & Albert o a la esclavitud en el Rijksmuseum
Los contagios por la pandemia van remitiendo, gracias a la velocidad de crucero que va cogiendo la vacunación y, como consecuencia, los museos, que mañana celebran su día internacional, reabren sus puertas en Europa, tras meses cerrados. Incluso los hay que se estrenan. Es el caso del proyecto de François Pinault en París, que hoy se presenta a la prensa y se inaugura el sábado: muestra su colección en la antigua sede de la Bolsa de Comercio, rehabilitada por su arquitecto ‘de cabecera’, Tadao Ando. Tras tomar Venecia con el Palazzo Grassi y la Punta della Dogana, el multimillonario suegro de Salma Hayek se dispone ahora a conquistar la capital parisina, que recuerda, en su bicentenario, a Napoleón con una muestra en la Grande Halle de la Villette (28 de mayo), y cuyos museos reabren sus puertas este miércoles
Los buenos datos de la pandemia en Londres permiten al fin que sus museos reinicien su actividad hoy mismo. El British Museum lo hace con una exposición dedicada a ‘Nerón. El hombre detrás del mito’ (27 de mayo), la National Gallery evoca la figura de Copérnico (21 de mayo) y la Royal Academy mostrará, a partir del 23 de mayo, la llegada de la primavera en Nor- mandía, inmortalizada por uno de sus miembros más insignes, David Hockney.
Alicia, un icono pop
Pero la propuesta más especial en la capital británica es la que el Victoria & Albert Museum dedica, del 22 de mayo al 31 de diciembre, a Alicia, el célebre personaje creado por Lewis Carroll, que hoy no pasaría el veredicto del #MeToo. La etiqueta de ‘pedófilo’ perseguirá eternamente a este clérigo de la Iglesia Anglicana, profesor, inventor, escritor, fotógrafo... que sintió una fascinación casi obsesiva por la hija del decano de Christ Church, el ‘college’ de Oxford donde daba clases de matemáticas. Alice Liddell fue la pequeña musa que inspiró ‘Alicia en el País de las Maravillas’. De su sombrero, no sólo sacó el Conejo Blanco, sino también a inolvidables personajes como la Reina de Corazones, el sombrerero loco, el gato de Cheshire...
Todos ellos estarán en ‘Alicia: más y más curiosa’, una exposición que promete arrasar en taquilla. Analiza, a través de tres centenares de piezas, a Alicia como icono pop, 156 años después de su creación. Y es que este personaje ha sido inspiración inagotable para pintores (Dalí, Dorothea Tanning, Max Ernst, Peter Blake, Yayoi Kusama), músicos (’Lucy in the Sky with Diamonds’, de los Beatles), fotógrafos (Annie Leibovitz o Tim Walker, que dedicó al cuento de Carroll el calendario Pirelli de 2018), modistas (Viktor & Rolf, Iris van Herpen) o cineastas (del clásico de Disney de 1951 a la película de Tim Burton de 2010). Se exhibirá el manuscrito original escrito por Lewis Carroll en 1865, que fue vendido por 15.400 dólares en Sotheby’s en 1928. También, las ilustraciones originales de John Tenniel para la primera edición. Habrá decorados teatrales, proyecciones envolventes, actividades interactivas... Los visitantes entrarán a la Galería Sainsbury a través de la madriguera del conejo para sumergirse en un mundo fantástico y saldrán, como Alicia, al otro lado del espejo.
Otra de las exposiciones más esperadas de esta primavera es la que el Rijksmuseum de Ámsterdam, que reabrirá sus puertas el próximo día 25, ha programado bajo el título ‘Esclavitud’, que presentará mañana a los medios. Holanda está muy sensibilizada con su pasado colonial. Según un informe elaborado por el Consejo para la Cultura, órgano asesor del Gobierno holandés, los objetos históricos arrebatados en las antiguas colonias de los Países Bajos (se calculan unas 450.000 piezas) deben devolverse a sus dueños. En medio de este revisionismo histórico, el Rijksmuseum, que ya saldó una deuda pendiente con las pintoras exponiendo sus obras en la galería de honor junto a Vermeer, Rembrandt y Frans Hals, entona el ‘mea culpa’ de la relación histórica de Holanda con la esclavitud.
Por un lado, ha agregado cartelas ex
plicativas a 80 objetos de sus colecciones con vínculos esclavistas. Uno que se creía que era un collar de perro se piensa que se usó para algún esclavo. Por otro, dedica a este asunto una exposición. En ella, el Rijksmusem asume 250 años de colonialismo en Brasil, Surinam y el Caribe, Sudáfrica y Asia (así como el papel que jugó la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales y Orientales), a través de las historias de diez personas reales (Surapati, Criajo, Oopjen): esclavos, dueños de esclavos... La muestra incluirá documentos, poemas y música, objetos como grilletes y hasta una pareja de espléndidos retratos de Rembrandt, adquiridos por 160 millones de euros por el Louvre y el Rijksmuseum conjuntamente.
Rembrandt, ¿esclavista?
Pero, ¿qué hace un pintor tan humanista como Rembrandt en una muestra sobre la esclavitud? En 1634, a los 28 años, retrató a esta joven y adinerada pareja: Marten Soolmans y Oopjen Coppit. Él heredó una de las refinerías de azúcar más grandes de Ámsterdam, llamada ‘Los fuegos del purgatorio’. En las plantaciones de azúcar de América y el Caribe se explotaba a los esclavos. Tras quedar viuda, Coppit se casó con Maerten Daey, un soldado que fue procesado por violar a una mujer africana, a la que dejó embarazada. ¿Conocía Rembrandt que la fortuna de este matrimonio procedía de la esclavitud? Solo faltaría que en medio de esta locura por releer el pasado con ojos del presente acusemos a Rembrandt de apoyar el esclavismo y descolguemos sus cuadros de los museos. En 1661 hizo un retrato de dos africanos (posiblemente, sus vecinos), a los que pinta con profunda compasión y empatía.