ABC (Nacional)

Cuando el corazón atormenta la cabeza

Blind, amigo íntimo de Eriksen, sufrió dos desmayos en el campo y continúa jugando con un desfibrila­dor

- JORGE ABIZANDA

El defensa se desplomó sobre la hierba en 2019 en un duelo ante el Valencia, un episodio que repitió solo unos meses después

Tras lo sucecido a Eriksen, Blind sintió miedo por primera vez en su carrera y se planteó no jugar en el debut de los Países Bajos

La del domingo fue una noche feliz para la selección de los Países Bajos tras el apretado triunfo ante Ucrania (3-2) en su debut en la Eurocopa, pero a Daley Blind le tocó vivir un tormento sobre la hierba hasta que fue sustituido a la hora de juego. El defensa abandonó el campo entre lágrimas y con un nudo en la garganta después de afrontar un encuentro que jamás podrá olvidar, uno de los más complicado­s psicológic­amente para un veterano que a lo largo de su carrera ha sufrido dos desvanecim­ientos sobre el césped por problemas cardíacos. Jamás tuvo miedo a volver a calzarse las botas y a regresar a los entrenamie­ntos después de aquellos episodios que dejaron helados a los aficionado­s en las gradas, pero las angustiosa­s imágenes protagoniz­as el sábado por el danés Christian Eriksen sí hicieron brotar en él las dudas. El miedo que no había sentido antes terminó haciendo aparición. «Lo que sucedió me impactó mucho. No solo porque Christian es amigo íntimo, sino por lo que me sucedió a mí, por mi experienci­a personal. Llegué a pensar incluso en no jugar ante los ucranianos, tuve que dar un paso adelante mentalment­e muy grande para hacerlo», reconoció en declaracio­nes a medios de su país tras la victoria en el estreno de su selección.

El partido ante los ucranianos generó una angustia mental hasta entonces desconocid­a para Daley Blind (9 de marzo de 1990). Hijo de Danny Blind, mítico jugador del Ajax que levantó la Champions League en 1995, el defensa también comenzó a despuntar desde joven en el conjunto de Ámsterdam y en su vestuario fue precisamen­te donde conoció a Eriksen. En aquella caseta nació una amistad que ambos fueron cultivando con el paso de los años. El domingo, al defensa le resultó imposible no tener presente al danés en cada golpeo de balón, en cada subida al área, en cada saque de banda. La imagen del centrocamp­ista permaneció imborrable en su cabeza durante todo el partido y el recuerdo de los angustioso­s minutos vividos el sábado mientras las asistencia­s intentaban resucitar al danés acabó despertand­o la congoja del internacio­nal de los Países Bajos. Nada extraño teniendo en cuenta también sus propios antecedent­es personales.

La conmoción que le provocó ver a Eriksen inerte sobre la hierba durante unos minutos que parecieron toda una vida llevaron a Blind a plantearse incluso ‘borrarse’ del partido contra Ucrania. De golpe le vinieron a la cabeza los dos desvanecim­ientos sufridos durante su carrera. Los que le obligan a jugar ahora con un desfibrila­dor cardiovers­or implantabl­e (ICD, sus siglas en inglés) en su pecho. «Me sentí muy identifica­do con lo que sucedió a mi amigo Eriksen, por lo que jugar resultó muy difícil. Para mí, para mis padres y también para mi esposa. Por favor, déjenlo en paz y no especulen con respecto a si todavía le queda una carrera o no. Dénle espacio», reclamó Daley Blind a la prensa tras finalizar el encuentro.

Susto ante el Valencia

El defensa del Ajax, que también ha militado en el Manchester United, lleva incorporad­o a su cuerpo ese desfibrila­dor desde que en diciembre de 2019 se desvanecie­ra por primera vez sobre el césped. Fue en un partido de Champions League con el Valencia como rival. Se vio forzado a parar y a permanecer dos meses fuera de los terrenos para someterse a numerosas pruebas en busca de las causas de aquel desmayo y de los mareos que había sentido ya antes durante alguna sesión de entrenamie­nto. «A Blind se le ha descubiert­o una inflamació­n en uno de los músculos del corazón después de una extensa revisión médica», anunció entonces su club. El jugador acabó pasando por un hospital donde se le implantó un desfibrila­dor cardiovers­or subcutáneo para enviar pulsos eléctricos y regular los ritmos cardíacos anormales, sobre todo aquellos que pudieran ser peligrosos y causarle un paro cardíaco.

El fútbol era su vida y quiso seguir jugando a pesar de aquel susto y del riesgo que asumió al volver a los campos. Un segundo aviso tampoco cambió su filosofía y sus ganas de seguir golpeando al balón. En agosto de 2020, en un amistoso veraniego ante el Hertha de Berlín, el central cayó de nuevo desplomado sin motivo aparente. A partir de entonces, sin embargo, sí comenzó a mostrarse más prudente ante la prensa, aunque no renunció a continuar vestido de corto. «Es algo que siempre llevo conmigo, está ahí y no lo olvido, me hace ver las cosas de manera diferente. El fútbol es importante, aunque no es lo más importante. Hay cosas en la vida más allá del fútbol», dijo en una entrevista tras su segundo susto.

Blind jamás había sentido realmente temor a jugar al fútbol a pesar de ese doble susto que le tocó vivir. El domingo, antes de enfrentars­e a Ucrania, sintió una sensación jamás experiment­adas. El miedo que le provocó pensar en su amigo Eriksen.

 ?? // EFE ?? Blind rompió a llorar por la tensión al ser sustituido ante Ucrania
// EFE Blind rompió a llorar por la tensión al ser sustituido ante Ucrania

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain