«Firmo comerme todo como esta semana y que ganemos la Eurocopa»
MADRID
Poco después de que acabara el partido ante Suecia Luis Enrique se llevó a Álvaro Morata a un aparte en el vestuario. El delantero se había marchado del campo muy afectado por los pitos de los aficionados de La Cartuja y no quiso dejar demasiado tiempo para hablar con él. A grandes rasgos, le resumió todo lo bueno que había hecho durante el partido. Alabó sus desmarques, su trabajo defensivo, la intensidad que puso... Le recordó sus estadísticas con la selección y reafirmó su confianza en él. Parte de esa charla la repitió el propio Luis Enrique a modo de reflexión en la rueda de prensa oficial, en la que el seleccionador vino a confirmar que, más allá de que acierte o falle, Morata es su delantero para este torneo: «Los entrenadores tenemos una información que el periodista y la afición no tiene porque no ven los entrenamientos. He dicho que Álvaro será titular para que tenga confianza, sí, pero porque hace muchas cosas importantes para el equipo. Yo no regalo nada. Con 41 partidos sólo hay un jugador que ha hecho más goles que Morata: Villa. Raúl y Torres, por citar algunos emblemáticos, no llevaban tantos goles. Y en el resto de selecciones, sólo un jugador lleva más goles que Morata en los primeros 40 partidos: Harry Kane. Ni Mbappé, ni Lewandowski, ni Lukaku...»
Morata, que ya había sufrido los gritos despectivos de la grada del Metropolitano en el amistoso ante Portugal, aquel «Morata, qué malo eres» que corearon después de que el delantero estrellara un potente disparo en el larguero en una de las últimas acciones del partido, compareció a continuación en una exposición mediática poco habitual. El delantero aseguró que había pasado una semana tranquila e intentó minimizar el barullo: «Me tomo los pitos con tranquilidad, no se puede gustar a todo el mundo y si hay críticas por tu trabajo hay que aceptarlas y trabajar más que nunca. No creo que cometiera un error tan grave. Llevo una carrera bastante larga para que la opinión de la gente pueda cambiar mi vida. Estoy fenomenal».
Antes del partido, durante el calentamiento, Morata aprovechó para acercarse a esa misma grada que luego le silbó para saludar a su familia, presentes en la grada principal de La
Cartuja para el debut. Después de dos semanas de concentración, era lo más cerca que podía estar de ellos. Gran parte del sufrimiento por la pitada venía por el daño que pudiera suponer para su gente, pero no solo eso. El delantero siempre ha presumido de su enorme sentimiento por vestir la camiseta nacional. «Los que me conocen saben lo que pasa por mi cabeza cuando juego con la selección, llevo con España desde la sub-17... No sé si el próximo partido entrará el balón, pero sí sé que yo daré el doscientos por cien como he hecho siempre».
El delantero, incluso, fue más allá: «Firmo comerme yo todo como ha pasado esta semana y que ganemos la Eurocopa». Y se tomó con naturalidad la comparación con Lewandowski: «Le he pedido camisetas y las tengo para el recuerdo. Me gustaría tener muchas cosas de él, pero no las tengo. Soy Morata y es lo que tengo». Lo que cada vez parece más claro es que es muy posible que ante Polonia comparta la responsabilidad del gol con Gerard. «Ha demostrado el jugador que es y puede adaptarse a muchas posiciones. Entre todos que pocas veces he visto. Es fácil entenderse con él y es una virtud que podamos jugar juntos. Tenemos todos una relación personal muy buena».