Los armenios votan bajo la sombra de la derrota en Nagorno Karabaj
Los armenios votaron ayer en unas elecciones legislativas anticipadas a causa de la crisis que estalló tras la derrota en Nagorno Karabaj, sufrida ante Azerbaiyán el pasado otoño. El resultado de aquella contienda polarizó fuertemente a la sociedad del país, comenzaron las protestas contra el actual primer ministro en funciones, Nikol Pashinián, al que se acusó de aceptar una «capitulación», y éste se vio obligado a convocar los comicios con la intención de dirimir el enfrentamiento en las urnas. Este objetivo no está claro que se logre y nadie descarta que la crisis, incluso agravándose en forma de revuelta, se prolongue tras las votaciones.
Pashinián y su principal adversario, el actual líder opositor y expresidente del país, Robert Kocharián, aparecen prácticamente igualados, en torno a un 24% de los votos, según los primeros datos del escrutinio. Termine siendo uno u otro partido el vencedor de la convocatoria, la posibilidad de formar Gobierno va a depender del resto de las fuerzas presentes en el Parlamento. La participación fue una de la más altas que se recuerdan en unas parlamentarias. La campaña electoral ha sido realmente sucia, plagada de insultos, acusaciones y amenazas mutuas entre las distintas fuerzas políticas. Claros ejemplos de ello fueron el mitin que dio Pashinián, el jueves en Ereván, y el acto convocado al día siguiente por Kocharián. Sus respectivas formaciones, el Partido del Contrato Civil y el Bloque Armenia, son las que previsiblemente acapararán la mayor parte de los escaños en el Parlamento.
Pashinián, que ejerció antes como periodista, se convirtió en jefe del Gobierno de «transición» el 8 de mayo de 2018 tras encabezar una exitosa revuelta que derribó a Serzh Sargsián. Éste había finalizado su mandato como presidente de Armenia e intentó continuar en el cargo de primer ministro, para el que fue designado realmente aunque tuvo que dimitir por la presión popular. Así que Pashinián convocó legislativas para diciembre de aquel mismo año y las ganó con mayoría absoluta. Ahora las encuestas no le han dado más de un 25% de apoyo.
El flamante jefe del Ejecutivo acometió reformas económicas y de amplio calado político, además de poner coto a la corrupción, que contribuyeron a aumentar su popularidad.