La defensa inaugura otro debate
Preocupa la falta de coordinación y la poca contundencia de la única línea que no se ha tocado en 180 minutos de juego
No se le recuerda un solo día de tranquilidad a España en esta Eurocopa. Anda de los nervios desde el inicio de la concentración, donde se complicó todo por el positivo de Busquets, y sigue con la conciencia alterada porque nada sale como debería. Que el problema de esta España está en las áreas empieza a ser más que evidente. Tras el debut ante Suecia se cargaron las tintas en el ataque, pero el segundo duelo ante Polonia abre un nuevo debate, pues también preocupa, y mucho, la aparente fragilidad defensiva del equipo. El gran partido de Lewandowski, que llegó a empequeñecer a los zagueros españoles con una exhibición de potencia y derroche físico, y ese primer gol recibido exigen hablar de las carencias de una zaga que se ha mostrado demasiado timorata en los dos partidos.
España es de las selecciones que menos disparos recibe, entre otras cosas porque su porcentaje de posesión está siendo asombroso respecto a cualquier otro equipo. Apenas concede el balón, por lo que casi no le exigen los rivales. Aún así, esos pocos acercamientos al área de Unai Simón han provocado sudores fríos. De los nueve disparos recibidos uno ha acabado en gol, dos se han ido al palo y otro, ese disparo a bocajarro de Berg en el debut que se fue a las nubes, quedará para siempre en la memoria del delantero sueco como la gran oportunidad de su vida.
Más allá de los números, en la retina queda grabada la facilidad que han mostrado tanto Isak como Lewandowski para poner en aprietos a la zaga española, con serios problemas en el repliegue y faltas de coordinación en las marcas. El delantero de la Real llegó a sacar los colores en varias ocasiones a la defensa, en especial en esa jugada del minuto 60, donde se le dejó caracolear dentro del área entre tres rivales para poner en bandeja el tanto a Berg. Iguales sensaciones dejó el partido ante Polonia, convertido en el aspecto defensivo en un Lewandowski contra todos. El atacante del Bayern evidenció la falta de contundencia tanto de Pau Torres como de Laporte, al que se sacó de encima con una facilidad pasmosa antes de cabecear el empate. En el histórico de Luis Enrique como seleccionador nunca ha habido demasiadas alarmas en el aspecto defensivo. En sus 24 partidos en el banquillo nacional, España ha recibido 18 goles, uno cada 120 minutos de juego. No es una mala cifra. Nadie le marca dos goles a la selección desde que lo hiciera Croacia en noviembre de 2018. Ocurre que el debate de la defensa fue el primero que surgió nada más conocerse la lista para la Eurocopa. La ausencia de Sergio Ramos alteraba tanto el ecosistema de la selección que resultaba inevitable, y no eran pocos los que estaban esperando la primera grieta para recordárselo a Luis Enrique.
Sin engrasar
Pero el vacío dejado por el andaluz no era el único. También se cayó, por decisión personal, Íñigo Martínez, que no se veía preparado ni física ni mentalmente para afrontar un torneo de esta dureza. Ante las bajas se tomaron decisiones drásticas, como la nacionalización exprés de Laporte, que desde su llegada se ha convertido en imprescindible para el entrenador, al que poco le ha importado afrontar el torneo con dos centrales zurdos, situación más que extraña por poco habitual. Queda por analizar el asunto del lateral derecho, otro gran quebradero de cabeza para Luis Enrique, pues ninguna de las pruebas que ha venido realizando en los últimos tiempos ha conseguido ilusionarle. La decisión final del seleccionador fue aprovechar para ese puesto la polivalencia de Marcos Llorente y rescatar para la causa a César Azpilicueta, ausente del equipo nacional en los dos últimos años.
España, por tanto, se plantó en la Eurocopa con una defensa inédita aún por engrasar. Es la única línea que Luis Enrique no ha tocado en los 180 minutos que van de juego. Marcos Llorente, Laporte, Pau Torres y Jordi Alba se han demostrado como su primera elección y aún están por estrenar el mencionado Azpilicueta, Eric García, Diego Llorente y Gayà. Busquets, Adama y los dos porteros suplentes son los otros hombres que aún esperan una oportunidad.