«El acatamiento de la sentencia significa su íntegro cumplimiento»
Entre medias han sucedido muchas cosas. Pero varias fundamentales. Hay sentencia del Tribunal Supremo a los líderes del ‘procés’. Sánchez gobierna con el apoyo independentista. El PSC ha recuperado fuerza electoral, mientras sus competidores no independentistas asisten a su repunte en decadencia. Y el independentismo, por segunda vez consecutiva, no consigue ganar unas elecciones autonómicas: tras la victoria de Cs en 2017, llegó la del PSC el pasado 14 de febrero. Eso sí, la suma de ERC y Junts mantiene viva la Generalitat independentista.
A todo eso se refiere Sánchez cuando dice que «el momento es ahora».
Del ‘momentum’ de Quim Torra (para doblegar al Estado y la democracia) al «momento» de Sánchez. No hay una oposición firme en Cataluña a su planteamiento. «No hay nadie enfrente planteando un proyecto alternativo para Cataluña». Eso se dice y se repite. Sánchez se ha sumergido de lleno en esa estrategia porque piensa que es mayoritaria en Cataluña a medio plazo, porque cree que también lo será en otras regiones y porque confía en que su control sobre el PSOE sirva para amortiguar el rechazo de la España interior. En los discursos de las últimas semanas, también el de este lunes en el Liceo barcelonés, Sánchez ha recordado que ya en enero de 2020 en su investidura apostaba por el «diálogo» para resolver la situación provocada por los independentistas.
La referencia habitual a ese discurso busca cargar de coherencia una posición personal que apenas tres meses antes se expresaba de distinta forma a lo anunciado ayer: garantizando
PALABRA DE SÁNCHEZ