Barnier se postula como alternativa de derechas frente a Macron y Le Pen
·El que fuera negociador europeo del Brexit mueve ficha, a sus 70 años, para dirigir el partido Los Republicanos ·Con medio siglo de experiencia política, sabe que tendrá que competir con Xavier Bertrand o Pécresse
Alas diez horas apenas de conocerse los resultados de la primera vuelta de las elecciones regionales, confirmando a su familia política, centro-derecha, como la primera fuerza nacional, Michel Barnier, negociador europeo del Brexit, presentó a su partido, Los Republicanos (LR), un programa de acción que culmine con un proyecto de futuro gobierno y una candidatura a la Presidencia de la República, como alternativa a Emmanuel Macron y Marine Le Pen.
A sus 70 años, llevados con la apariencia de un hombre diez años más joven, Michel Barnier es uno de los políticos franceses con más sólida experiencia nacional y europea. Exministro (agricultura, asuntos europeos, entre otros), excomisario europeo (mercado interior, servicios financieros), comenzó en los más modestos escalafones de la política local. Nunca perdió una elección. Terminada su carrera europea con la negociación del Brexit, Barnier ha vuelto a la escena política nacional con la ambición de estar presente en la larga marcha de la próxima elección presidencial, dentro de once meses.
No es un secreto que aspira a ser el candidato de Los Republicanos (derecha tradicional) a la elección reina del sistema político francés. Con una experiencia de medio siglo comprometido en todas las batallas electorales del centro-derecha, es el primero en saber que hay otros candidatos a la dirección conservadora, como Xavier Bertrand, Valérie Pécresse. Y teme, sin confesarlo, enfrentamientos fratricidas.
Ante ese riesgo, Barnier presentó la mañana de ayer un plan de acción a sus amigos de LR, que horas más tarde resumió a un grupo de periodistas europeos en estos términos: «Los resultados de la primera vuelta electoral no pueden ser más elocuentes. El centro-derecha es la fuerza mayoritaria en la escena política. Tenemos un equipo muy potente: hombres con mucha experiencia, exministros, presidentes de regiones, presidentes de consejos departamentales. Quizá sea nuestro deber formar un equipo, juntos, preparar una alternativa, con un programa de gobierno propio, con alternativas claras, concretas».
A juicio de Barnier, los resultados de la primera vuelta de las elecciones regionales, el domingo, confirmaron algo esencial, que él analiza de este modo: «Sin duda, la abstención ha sido muy alta. Muy mal signo. Pero, en definitiva, hay que reconocer que las elecciones locales no siempre motivan mucho. Los electores se sienten poco motivados. Corresponde a los políticos avanzar ideas seductoras. Y cumplirlas. En el caso de mi familia política, creo que los electores han manifestado su confianza en hombres y mujeres competentes. Es necesario revalidar esa confianza, el domingo que viene. Y después preparar la futura alternancia presidencial y gubernamental. Con un equipo que trabaje colectivamente. Mi partido, Los Republicanos, debe transformar la confianza de los electores en una fuerza colectiva».
¿Opta Michel Barnier a la candidatura del centro-derecha a la elección presidencial, como alternativa a Emmanuel Macron y Marine Le Pen? Barnier no afirma ni desmiente: «Estaré presente en la campaña. Veremos cómo. De entrada, preparo una organización política, con el fin de preparar nuestra ambición colectiva. En mi familia política hay hombres y mujeres de gran valía. Todos debemos trabajar haciendo piña. Quizá sea necesario organizar un gran sondeo entre nuestros electores, conservadores y centristas. A partir de ahí, iremos avanzando y será posible esperar la aparición de una corriente política de fondo que devuelva a Francia una gran ambición moral nacional, patriótica y europea. El deber de mi familia política es preparar una alternativa al duelo anunciado entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, que los franceses no desean».
Nacional y europea
El proyecto político que Barnier presentará en detalle, más adelante, a lo largo de las próximas semanas y meses, tiene una doble ambición, nacional y europea, que él ha resumido a un grupo de periodistas europeos, de este modo: «A lo largo de las próximas semanas iré formando un equipo de hombres y mujeres con los que compartir la misma ambición: hacer de Francia la primera potencia económica, ecológica y europea, en un plazo de diez años. Al mismo tiempo, esa ambición nacional cobra su pleno sentido en la escena europea. Es necesario confirmar a la Unión Europea como un actor global. No hay una Francia grande sin una Europa protectora y soberana. Al mismo tiempo, mi familia política no pude hacer promesas irresponsables. Pero debemos ser conscientes de que, en definitiva, hay grandes desafíos, en materia de seguridad, en materia ecológica, que ningún Estado europeo puede realizar en solitario. Esos problemas solo pueden afrontarse y resolverse desde una dimensión europea. Francia debe ejercer su plena soberanía de manera solidaria. De ahí que, en mi caso, me considere patriota y europeo».
Barnier es consciente de los grandes problemas pendientes, en Francia y Europa, pero se manifiesta voluntariosamente optimista en terrenos como la defensa, la seguridad, la defensa, la inmigración.
«¿Cúal es su opinión sobre la crisis que ha enfrentado a Marruecos y España, en torno a la frontera española y europea de Ceuta?», preguntó este corresponsal de ABC al final de una comida de dos horas largas de duración con una grupo de periodistas europeos. Esta fue su respuesta: «España puede estar satisfecha de la solidaridad europea. La Comisión y el Parlamento Europeo han confirmado y reafirmado su apoyo a España. Es un caso muy claro de solidaridad europea. De lo que me congratulo, claro está».