Bélgica se exhibe como una potencia
▶ Logra su tercer triunfo ante una insípida Finlandia en un buen partido de Lukaku
Sin llegar al esplendor que se le supone, Bélgica se muestra como una potencia. Recupera a jugadores (de Bruyne, Hazard, Witsel), acelera con otros (Lukaku) y su calidad se impone casi por lógica. Finlandia tuvo un comportamiento insípido jugándose la clasificación. Ahora tiene que esperar.
Acaba la primera parte y el ánimo del madridismo se encoge otra vez. Hazard cojea. Se hizo daño en el tobillo izquierdo y se le puso la cara colorada, agobiado por los recuerdos. Hazard lleva cojeando dos años en el Real Madrid, desconectado su fútbol del jugador que deslumbraba en el Chelsea.
En su primer partido como titular con Bélgica en la Euro, el mediapunta repitió la escena conocida de su estancia en el Bernabéu. Una caída tonta, una estrella retorciéndose, y un escalofrío que recorre todo el cuerpo para la mayoría de sus aficionados.
Fue un inicio de partido sosísimo. Tanto como el fútbol de Finlandia, a tono con las temperaturas del país. Gélido su concurso. Insípido e incoloro, a pesar de que estaba en juego su posible clasificación, ya bien orientada con tres puntos. No se acercó hasta Courtois en el primer acto el grupo nórdico, monólogo absoluto de Bélgica, quien ya clasificada tampoco arriesgó la pierna como si aquello fuera una final.
Partido gobernado por la selección del español Roberto Martínez, cuyo eje, principio y final de todo, es Kevin de Bruyne. Soberbio el rendimiento a medio gas del jugador del Manchester City, autor de una maniobra excepcional al deshacerse de cuatro finlandeses en un visto y no visto.
Insistencia de Lukaku
Pese a mostrar tanta superioridad técnica, Bélgica ejecutó un nuevo episodio de posesión estéril. Mucho pase horizontal, demasiada intención dominadora y poca profundidad. Salvo en las arrancadas esporádicas de Doku y las intervenciones de Lukaku, poderoso en todas las facetas, no solo en la física, Bélgica no percutió con frecuencia contra los finlandeses. Gobierno light, sin recorrido ni intensidad. Un buen tiro de Doku que salvó el portero Hradecky, la mano abajo, fue lo mejor de Bélgica en la primera mitad.
Con el grupo muy apretado y al borde una posible eliminación, Finlandia no intentó un paso adelante, siguió sometida a su adversario. En cuanto Bélgica aceleró, los nórdicos se desmoronaron. Marcó primero Lukaku y el VAR anuló su gol por centímetros en fuera de juego. Insistió el cuadro belga hasta el cabezazo de Vermaelen. Abierta la cazuela ya no había futuro para Finlandia.
Lukaku quiso resistir en el campo en busca del gol que se le negaba, ambicioso y hábil el delantero del Inter hasta alcanzar su objetivo. Un gran pase entre líneas de De Bruyne, el control de la izquierda, el remate con la derecha y el tanto de Lukaku para sentenciar el partido.