Los museos viven un renacimiento digital
·El foro CM Málaga constata que la pandemia ha sido un acelerador clave en su revolución tecnológica
MÁLAGA
Híbrido. Esta es la palabra clave para definir el futuro de los museos, que asisten a un feliz renacimiento digital en el siglo XXI. La pandemia ha acelerado una revolución tecnológica que ha impuesto un modelo mixto que da tanta importancia a la visita virtual como a la presencial. Se puso de manifiesto y se celebró ayer en la primera jornada de CM Málaga, el foro internacional Cities & Museums, que bajo el lema ‘Inspire the future’ ha llevado a la ciudad andaluza a los responsables de grandes museos internacionales y españoles.
«La pandemia puso de manifiesto la necesidad de una transformación y de la adaptación digital, pero a la vez ha sido una oportunidad única para analizar el impacto de la digitalización en la industria cultural», coincidieron en la apertura del foro Rosina Gómez Baeza y Lucía Ybarra, gestoras culturales al frente de la consultora YGBART.
«La pandemia ha supuesto un cambio de paradigma en la manera tradicional de abordar la cultura», dijo Ybarra. «Los museos, como lugares de encuentro y aprendizaje, tendrán un papel muy importante en la reparación del tejido social de las comunidades afectadas», agregó. «Los museos y el mercado del arte se encuentran en un punto de inflexión estratégico debido a la revolución digital y las nuevas funciones culturales, una revolución que ha sido precipitada por la pandemia y sus urgencias», remachó Gómez Baeza, exdirectora de ARCO. «Las nuevas herramientas digitales permiten la emergencia de ese museo híbrido que combina la visita física y la virtual», resumió.
Una idea que comparte Vincent Poussou, director de Públicos y Digital de los Museos Nacionales-Grand Palais de París. «El desafío es buscar públicos más jóvenes para museos híbridos que sean a la vez digitales y físicos», apuntó. «No hay un solo museo hoy que no esté presente en las redes, pero no es suficiente. Estamos presentes en todas las redes sociales, trabajamos con los ‘influencers’ y tenemos cursos en internet que siguen 40.000 personas», explicó.
Para Marjike Smallegance, responsable de ‘marketing’ digital del Rijksmuseum de Ámsterdam, la meta que se persigue conseguir es «conectar a las personas y la historia del arte». Su museo ha digitalizado ya 600.000 del más del millón de piezas que acoge. «En 2019 tuvimos 2,7 millones de visitantes, pero con la parada forzosa de la pandemia nos centramos en los canales digitales. Recortamos muchos presupuestos, pero mantuvimos el digital que es el futuro», dijo Smallegance. «Ahora perseguimos que la visita en línea sea tan valiosa como la real; queremos que haya una conexión y que ambas experiencias se refuercen mutuamente».
«Todo lo que habíamos hecho durante años para los espectadores presenciales lo estamos haciendo con las exposiciones digitales. Queremos ser el mejor museo híbrido en el mundo y para conseguirlo hemos de trabajar mucho», planteó la responsable de la casa de Rembrandt y Vermeer.
También para Catherine Guillou, directora de Públicos del Centro Pompidou de París, «la crisis actual ha marcado un cambio radical» dentro del sector cultural. «Hemos dado un gran salto digital y el confinamiento ha desarrollado exponencialmente la oferta en línea. Hay que programar de forma híbrida y adaptarse a la pluralidad de los visitantes», dijo esta experta, que no cree ni tampoco teme «la ‘canibalización’ digital». «La visión cercana de las obras seguirá siendo determinante», plantea Guillou, capaz de llevar una tela de Picasso a un supermercado en busca de nuevos públicos.