El ‘efecto vaselina’
No parece que a Page le vaya a durar más de un día el «mal cuerpo» que, según dijo, le iban a dejar los indultos. A España, en cambio, le va a durar bastante más
Se temía lo peor García-Page cuando Sánchez negociaba hace dos navidades con los separatistas para conservar La Moncloa. Bromeó incluso con pedir vaselina a los Reyes Magos para hacer aquello más digerible. Por tanto, se entiende que anteayer, la víspera del día de la infamia, Page pronosticara que se le iba a quedar «mal cuerpo» cuando se anunciasen los indultos a los golpistas, consecuencia de aquel pacto navideño. No se entienden, en cambio, los malabares morales que ayer hizo para intentar sosegar a su electorado y a la vez no irritar a Sánchez, conformándose con un pacato «los independentistas persiguen fines inviables y habrá que decírselo». Yerra. A quien debe dirigirse es a Sánchez, que es quien humilla a los españoles (entre ellos a los castellano-manchegos) y debilita mucho al Estado. Cierto es que su voz fue la única que entre las baronías se salió del ‘prietas las filas’ ordenado por Ferraz, pelotón donde Fernández Vara hace de furriel de la tropa con una patética adhesión al plan entreguista de Moncloa si tenemos en cuenta su frontal rechazo de hace solo un mes. Ponerse de medio perfil intentando salvar el tafanario propio no es suficiente, no basta con decir estoy en contra de los indultos, como si estos vinieran llovidos del cielo o de las Salesas. Más creíble sería Page si diese la batalla de verdad, sin medias tintas, exponiendo claramente la extrema gravedad de la situación. Pero parece que la vaselina hace efecto. En cambio, a España se le sigue quedando muy mal cuerpo.