Los policías de la ‘patada en la puerta’: «Somos ‘cabeza de turco’»
Uno de los agentes, a ABC: «Nadie se ha molestado ni en tomarnos declaración»
«Nadie se ha molestado en escucharnos, ni tan siquiera tomarnos declaración por lo que ha pasado. Nadie ha valorado nuestras grabaciones, ni tampoco ha tomado declaración a los testigos ni vecinos que requirieron la presencia policial; a ver qué tienen que decir en todo esto». Habla uno de los policías nacionales que entraron con un ariete durante una fiesta ilegal en un piso turístico de Madrid, el 21 de marzo, sin el consentimiento de sus moradores.
Su actuación fue defendida por el ministro del Interior, Fernando GrandeMarlaska. Pero la Audiencia Provincial de Madrid ha asegurado que la intervención afectó a la inviolabilidad del domicilio, a pesar del estado de alarma por la pandemia. Además, ha pedido que se deduzca testimonio a los agentes porque consideran que incurrieron en «un exceso en el ejercicio de la autoridad».
En declaraciones a ABC, uno de los policías califica de «varapalo» el auto de la Audiencia, que «impide la sana investigación de la causa contra todos los detenidos». «Se ha dedicado más a juzgar nuestra intervención que a la participación de los detenidos en el delito de desobediencia grave», opina.
«Se hace constar en el auto que, en ningún caso, un infractor administrativo que se niegue a identificarse ante los policías cometería un delito de desobediencia grave. Este argumento es sumamente peligroso por dos motivos», según el agente. Por un lado, «la Ley Orgánica 4/2015 de Seguridad Ciudadana dice en su artículo 16.5 que sí es un delito no identificarse de forma reiterada ante la Policía». Por otro, «se traslada un peligroso mensaje de impunidad hacia las personas infractoras».
Considera que la Audiencia ya «nos está sentenciando» cuando afirma que se produjo un «exceso en el ejercicio de la autoridad». Y cree que «quieren usarnos como ‘cabeza de turco’ para dar una especie de lección ejemplarizante y emitir un claro mensaje a la comunidad policial en contra de estas intervenciones».
En cualquier caso, siguen confiando «plenamente en la justicia y estamos seguros de que obramos en todo momento conforme a derecho». «Hicimos lo que teníamos que hacer, respetando la legalidad vigente –recalca–. No tenemos nada que ocultar y por eso fuimos los primeros en aportar las grabaciones policiales completas de los hechos al juez de instrucción en cuanto nos fueron requeridas. Somos los primeros interesados en esclarecer la verdad».
Pero le recorre un sentimiento de «rabia e impotencia» porque no pueden recurrir el auto de la Audiencia madrileña. «Esperamos que el fiscal lo haga en favor de los intereses generales en juego, que no son pocos», afirma.
No han recibido ninguna comunicación y no se plantean que sean condenados. «Somos policías con muchos años de experiencia en la calle y no hicimos nada malo ese día. Al contrario. Permitimos descansar a los vecinos y pusimos fin a una situación antijurídica que llevaba dándose varios días y fines de semana seguidos», se defiende.