El policía que mató a George Floyd es condenado a 22 años y medio de cárcel
El jurado declaró en abril a Derek Chauvin culpable de tres delitos de homicidio
Derek Chauvin, el policía que mató a George Floyd a finales de mayo del año pasado, volvió a comparecer ayer en los juzgados del centro de Mineápolis para escuchar la sentencia: 22 años y medio de cárcel. Era el mismo edificio en el que se ventiló su juicio en marzo y abril de este año, en el que un jurado le declaró culpable de tres delitos de homicidio. La sentencia, dictada ayer, recaía exclusivamente en manos del juez del caso, Peter Cahill.
La sentencia de Chauvin es una página más en un episodio que sacudió EE.UU. el año pasado y cuyos efectos todavía se notan hoy. Chauvin asfixió durante casi diez minutos a Floyd, un hombre negro de 46 años al que la policía había detenido por usar un billete falso de 20 dólares en una tienda de comestibles.
El policía apretó con su rodilla contra el cuello de Floyd, que estaba desarmado, esposado, tumbado contra el suelo y sujetado por otros agentes. Chauvin no cejó en su maniobra a pesar de las advertencias de Floyd de que no podía respirar e incluso la prolongó cuando la víctima ya había perdido el conocimiento.
Floyd murió en la calzada frente a la tienda de comestibles que visitó antes, donde todavía hay un memorial a su muerte y la silueta de su cuerpo está pintada y rodeada de flores. Pero la clave del episodio estuvo en la acera, donde una joven de 17 años, Darnella Frazier grabó la escena con su teléfono móvil.
La propagación del vídeo causó una reacción furibunda en las calles de Mineápolis, primero, y después en cientos de ciudades estadounidenses, con manifestaciones y disturbios violentas por los abusos de la policía hacia la minoría negra. Las protestas provocaron un movimiento de cuestionamiento nacional sobre las prácticas de la policía con minorías, motivó reformas en algunos cuerpos y se destiló en un lema que abrazó la izquierda estadounidense: ‘Recortes a la policía’.
Las exigencias de reformas policiales, la falta de motivación de los agentes y la oleada de crimen violento que ha sufrido el país desde el verano pasado tienen un impacto político que perdura hoy, como se ha visto en las recientes primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York –el candidato más votado ha sido un ex capitán de la policía con un mensaje duro contra el crimen– y que se mantendrá hasta las legislativas del año que viene. Chauvin fue expulsado del cuerpo e imputado por tres cargos de homicidio imprudente. Tras un juicio muy mediático fue declarado culpable de los tres.