Los ‘frugales’ exigen volver pronto al rigor presupuestario
·Lagarde cree que aún es prematuro retirar las ayudas pero pide reformas para modernizar las economías ·Las grandes decisiones económicas quedan a la espera del resultado de las elecciones generales en Alemania
Los líderes de la eurozona celebraron ayer la aprobación de los planes de recuperación por parte de la Comisión Europea e hicieron un retrato relativamente optimista de la situación económica en la Unión Europea. No se esperaba gran cosa de esta cumbre ordinaria de la zona euro que marca sin embargo el por ahora tímido inicio de las discusiones sobre la inevitable vuelta al rigor presupuestario. Como era de esperar, el campeón de la ortodoxia fiscal, el holandés Mark Rutte, fue el encargado de recordar que tarde o temprano será necesario que los gobiernos europeos vuelvan a contener el gasto, mientras que otros países preferirían que la discusión que se ha abierto sobre el Pacto de Estabilidad sirviera al contrario para flexibilizar los límites de déficit (3%) y deuda (60% del PIB). La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, se pronunció a favor de mantener todavía los estímulos porque cree que aún es necesario «regar los brotes verdes», lo que por ahora le va bien a todo el mundo porque de todos modos cualquier discusión importante en la zona euro ha quedado aplazada hasta que se conozca el resultado de las elecciones alemanas del 26 de septiembre y cuyo resultado puede cambiar completamente el panorama en Europa. La canciller Angela Merkel ha sido durante 16 años la dirigente más solida e influyente en la Unión Europea, pero nadie puede prever quien será su sucesor al frente de la principal economía de la zona euro y con qué fuerzas políticas tendrá que contar.
Pero mientras eso sucede, Rutte (que también está en funciones porque todavía no ha logrado formar una coalición en su país) quiso dejar constancia de sus ideas como abanderado del grupo de los ‘frugales’ del norte (Países Bajos, Austria, Suecia , Dinamarca y Finlandia) al animar a los demás a que empiecen a pensar en el futuro, una vez que se haya terminado el botellón de liquidez del BCE. El holandés quiere que la Comisión presente propuestas «sólidas» para la reforma del Pacto de Estabilidad que ha sido hasta ahora base de la existencia del euro. Cuando salía del edificio del Consejo después de dos días de cumbre, Rutte dijo que en su opinión en los próximos meses «la estabilidad de las finanzas públicas», es decir la vuelta al control del gasto, «será muy importante porque ahora hemos acumulado niveles muy altos de deuda» debido a la política de estímulos apoyada por el BCE.
Pacto de Estabilidad
En el Eurogrupo hace ya cierto tiempo que se trabaja en la reforma del Pacto de Estabilidad. Según Rutte «por supuesto que el pacto de estabilidad es importante para generar un mayor crecimiento, pero en el fondo está ahí para asegurar de verdad que el euro esté respaldado por políticas fiscales sólidas y una disciplina fiscal sólida», y por ello lo que le pide Rutte a la Comisión son orientaciones políticas que refuercen esa ortodoxia.
Pero peor ahora, no parece que esas advertencias hayan calado porque Lagarde, que también participó en la reunión con los líderes de la zona euro, les ha dicho que la retirada de los estímulos económicos aú no está en sus previsiones puesto que «todavía hay que regar los brotes verdes» que empiezan a ser visibles. Su idea es que si se produjera ahora un frenazo en el suministro de dinero barato, tal vez quedaría dañado el tejido económico europeo. A su juicio «es necesario un apoyo continuado para evitar que la pandemia deje grandes cicatrices en la economía. Todavía hay que regar los brotes verdes que estamos viendo». Según el BCE, los riesgos de inflación están «equilibrados» y la economía de la zona euro «se está recuperando y volverá a niveles prepandémicos a principios de 2022», es decir, un trimestre antes de lo previsto.
Sin embargo, Lagarde alentó a los gobiernos a seguir con las reformas para modernizar las distintas economías que necesitan «un crecimiento más dinámico y sostenible» y una mayor integración para digerir los planes de recuperación en términos de la transición energética y digital, que son las bases del programa de la Comisión Europea. Para ello ha definido como «vital» que se complete la unión bancaria con la creación del fondo europeo de garantía de depósitos, que es un asunto en el que la opinión de Alemania es esencial, lo ue significa también que no se decidirá nada antes de las elecciones de finales de septiembre.
De todos modos, el avance de los planes de vacunación y los datos que confirman esos «brotes verdes» sirvieron
para distendir el ambiente. Eslovenia ejercerá la presidencia semestral con la idea de que su vecina Croacia tiene ya en perspectiva entrar en la moneda única en 2023, lo que es una noticia que Lagarde pudo ir a celebrar con miembros de su equipo en la cola de uno de los puestos de patatas fritas más célebres de Bélgica cerca del edificio del Consejo Europeo.