De Cos reclama que el repunte del PIB no haga olvidar las reformas
El gobernador del Banco de España pide «tomarse en serio» las finanzas públicas
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, pidió ayer no cegarse con el fuerte crecimiento que se prevé para este año, porque las reformas siguen estando pendientes y el daño estructural sobre la economía aún es incierto. Lo hizo en el seminario ‘La economía de la pandemia’, organizado por la APIE y BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
«Sería un error dejarnos impresionar por los crecimientos de los próximos trimestres», dijo, para seguir a continuación con que la economía nacional requerirá de las citadas reformas para incrementar el crecimiento potencial y hacer frente a las vulnerabilidades. «El objetivo de incrementar el crecimiento potencial con reformas estructurales ahora es mayor porque los daños de la crisis solo podrán afrontarse adecuadamente y con menor coste con un mayor crecimiento sostenible y prolongable en el tiempo», añadió.
Recordó en varias ocasiones que los buenos datos que podrían verse en el
PIB no deben «oscurecer» el panorama reformista. Unas reformas que habrán de ir, a juicio de De Cos, a atajar la baja productividad y las disfunciones del mercado laboral, así como más a largo plazo a hacer frente a los retos del envejecimiento, el cambio climático y la desigualdad. Asimismo, este destacó que los fondos europeos pueden contribuir «a financiar las reformas estructurales».
Más allá de ello, el gobernador reclamó «tomarse en serio las finanzas públicas» desde ya mismo para garantizar la sostenibilidad de estas; no dejar para mañana lo que puede plantearse ya hoy. Así las cosas, exigió diseñar cuanto antes «un programa de consolidación fiscal», una demanda recurrente del Banco de España, que pueda ejecutarse una vez la recuperación se consolide. «Sería una error una retirada prematura de los estímulos y también no diseñar el programa de consolidación fiscal», ahondó.
De Cos, asimismo, no rehuyó defender el informe de su institución sobre el efecto de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). El supervisor calculó en su informe que el incremento de 2019, aprobado sin acuerdo con los agentes sociales, pudo costar a la economía española entre 83.000 y 180.000 puestos de trabajo, por un menor crecimiento de la ocupación.
El dirigente explicó que «se generan beneficios para quienes mantienen el empleo y efectos negativos para los que lo pierden», pero que en todo caso la decisión corresponde al ámbito político. Aun así, dijo que en una situación de crisis como la actual se exige «un elemento de prudencia adicional» de cara a nuevas alzas del SMI.