ABC (Nacional)

«Mis parejas no son mi vida, solo son una parte»

Regresa a España para reconverti­r el emblemátic­o Mayte Commodore

- Arquitecto e interioris­ta BEATRIZ CORTÁZAR

Vuelve a Madrid y lo hace a lo grande con uno de sus proyectos más ambiciosos, Commodore, con el que sueña en recuperar el buen ambiente de antes de la pandemia. El hombre que ha decorado los mejores sueños de muchos famosos (Preysler, Koplowitz, Thyssen…) es a simple vista una persona accesible y ajena al divismo, aunque en las distancias cortas, esa sencillez es pura fachada porque se nota que a Luis Galliussi le sobra talento y personalid­ad.

—Ha estado años fuera de España y hoy está a pie de obra con su nuevo proyecto que recupera el viejo Mayte Commodore para convertirl­o en punto de encuentro de la sociedad pospandemi­a. ¿Quién llamó a quién?

—En estas circunstan­cias no ha sido fácil volver, pero no podía negarme a esta propuesta que me llegó por unos amigos. Es un lugar emblemátic­o y me alegra poder dar trabajo a muchos oficios que están vinculados a mi labor. Me encantó que uno de los socios me reconocier­a que, personalme­nte, mi trabajo no le gustaba pero que como creativo era el mejor. En el fondo eso me la puso dura y fue lo que me convenció.

—Es su vuelta tras unos años de silencio que no sé si tiene que ver con el juicio que mantuvo con el dueño de las bodegas Marqués de Murrieta. —Me fui a Nueva York del 2014 al 2016 porque quería un cambio, pero te aseguro que no fue por ese pleito que ya está terminado y que, sobre todo, me afectó en lo emocional porque hubo una amistad. Viví dos años en Nueva York y es donde empecé a darme cuenta de muchas cosas ya que vi mi trabajo con perspectiv­a.

—¿Me quiere decir que no se ha emborracha­do de éxito? —Soy como me ves, me siento libre ya que vivo como trabajo y trabajo como vivo.

—Me da la sensación de que no ha sufrido mucho por amores complejos

—Como decía mi madre soy horribleme­nte seguro desde pequeño. Las parejas que he tenido forman parte de mi vida, pero no son mi vida. He sabido elegir una soledad. En ese sentido soy un poco autista porque hay parcelas que no me gusta compartir con nadie. Normalment­e suelo dejar a mis parejas porque suelen surgir complejos de celos por mi trabajo y otras memeces. Además, te aseguro que hay cosas de mí que soy incapaz de compartir. Mi última relación duró cuatro años con un francés y fue cuando me dije basta, no pongo más en juego mis cosas para otro. Estoy cansado de tener que explicar todo. Como lo de exhibir a tu pareja en temas sociales de trabajo. Nunca lo he hecho porque me espanta. —De Nueva York hizo las maletas a su Argentina natal. ¿Necesita tirar de raíces?

—Me quedé dos años en Nueva York porque además me instalé en el apartament­o que dejó mi amiga Eugenia Silva y era una oportunida­d. De ahí viajé a Buenos Aires porque era el momento Macri a quien ya había conocido muchos años antes. Nos reencontra­mos una vez que viajó a Madrid y recordamos viejos tiempos. Fue cuando me dijo que le gustaría que volviera a Argentina porque quería tenerme cerca. Pienso que para tenerme en su equipo. Viajé pero no acabé de verlo claro ya que la política no me calentó lo suficiente y eso que en ese momento parecía que en Argentina había de nuevo ilusión tras un tiempo de populismo de mierda. Lo mío fue un pequeño «Un sueño sería ser embajador de Argentina en España, pero de otra manera» coqueteo con la política, pero no pasó a más porque no tengo esa ambición. Un sueño sería ser embajador de Argentina en España. Pero viendo ese cargo de otra manera. —Al final regresa a su Madrid del alma, ciudad que comparte con su casa de Ibiza. Creo que hasta le gustaría participar en el diseño de la capital. —Me haría muchísima ilusión diseñar u ordenar el mobiliario urbano de la ciudad. Hoy disfruto al máximo mi cargo como Curador of Experience en Las Rozas Village, una colaboraci­ón con la que busco vivir nuevas sensacione­s. —Siempre que le veo me acuerdo de su perrita Kaki. —Nunca la olvidaré. Es verdad que hoy estoy más libre para moverme (he llegado a pagar un avión privado para viajar a Nueva York con ella a mi lado) pero la recuerdo a diario.

—¿Se siente querido en su gremio?

—Sí y muy respetado. Soy amigo de todos y de ninguno y definitiva­mente de dos o tres nunca podría.

 ??  ??
 ?? // ABC ??
// ABC
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain