La nueva lucha política de ‘The good fight’ tras el adiós de Trump
·La mejor serie de actualidad de la década adapta su tono al cambio en la Casa Blanca, donde tenía a su gran enemigo
La quinta temporada de ‘The good fight’ (disponible en Movistar+), un spin-off que ha ido conquistando al público temporada a temporada hasta convertirse en uno de los más vistos del medio catódico, vuelve a la televisión. Siguiendo siempre la actualidad, la serie refleja y analiza eventos que suceden en paralelo a la ficción y, dada la locura del 2020, es previsible que la toma del Congreso de Estados Unidos y la pandemia del coronavirus sean dos de los hilos narrativos a seguir. «Esta temporada está marcada por la insurrección del 6 de enero. Hemos reflejado la división que vive el país y estudiamos si es posible volver a unirlo», ha asegurado el creador Robert King en la presentación de la serie.
La veterana Christine Baranski protagoniza este drama legal que la ha transformado en una abogada dura e intachable. «Robert King estudia la actualidad hasta en el más mínimo detalle y eso permite que el público sienta que es real. Son capaces de arrojar luz en tiempo récord sobre temas que necesitan discutirse. Me fascina su temperamento porque no tienen miedo a dar un punto de vista rebelde», ha reconocido la actriz, que ya participó en ‘The good wife’, la serie matriz.
Baranski interpreta a Diane Lockhart, una litigante inteligente y progresista que es socia en un bufete de abogados con un estilo personal muy particular. «Creo que los llamativos collares y los vestidos de Diane son su armadura. Debo reconocer que, en el juzgado, ella es un pavo real, por eso le gusta ponerse tacones de vértigo, broches enormes. Es una mujer alfa», ha comentado sobre su papel en ‘The good fight’.
Nueva era
Acompañará a la intérprete esta temporada un nuevo fichaje, Mandy Patinkin, que se incorpora al elenco como el juez Hal Wackner, un tipo nada ortodoxo. «Es muy distinto a lo que estamos acostumbrados a ver de jueces en la televisión».
El primer episodio de la primera temporada de ‘The good fight’ se abrió con el juramento de Donald Trump como presidente, una grave decepción para la protagonista de la serie, que había planeado, e incluso soñado, celebrar la llegada de Hillary Clinton a la Casa Blanca. «La gente, los espectadores, se sienten poseídos por la serie igual que yo. Es un ‘show’ valiente, interesante, familiar», dijo su protagonista. Eso sí, no pierde de vista la política, y siempre combativa a nivel ideológico, la ficción abre su campo de batalla para pelear por las minorías en su quinta temporada. «Creo que hablamos de poner puentes, de cómo los seres humanos necesitamos encontrar un lenguaje de la reconciliación para resolver nuestro enfrentamiento», ha comentado.
En esta temporada se exploran, todavía más, cuestiones raciales tras la marcha de dos abogados de Reddick, Boseman & Lockhart. En un momento crucial tanto para su empresa como para el país en su conjunto, Diane se ve obligada a demostrar por qué es una de las figuras más poderosas dentro de un bufete predominantemente afroamericano: «Esta serie siempre ha estado interesada en la política racial. Tratando de mostrar temas peliagudos desde otro prisma. Pensar en Christine Baranski y Sarah Steele en esta firma totalmente afroamericana representa a un país todavía luchando contra los problemas raciales», terminó por desgranar la intérprete.