La tregua comercial con EE.UU. olvida la aceituna negra española
Sufre desde 2018 un arancel del 35% y el sector ha perdido ya 130 millones
MADRID
El acuerdo histórico entre la Unión Europea y Estados Unidos, para suspender durante cinco años los aranceles impuestos por el conflicto alrededor de las ayudas públicas a Airbus-Boeing, hizo respirar al campo español la semana pasada. Sin embargo, la fumata blanca entre Washington y Bruselas dejó al margen a la aceituna negra.
Un conflicto que, según estimaciones del sector, ya ha supuesto pérdidas de 130 millones entre 2018 y principios de 2021, y un hundimiento de las exportaciones a Estados Unidos, el principal mercado de las ventas de aceituna negra española. De 30.145 toneladas exportadas en 2017 se ha pasado a 10.537 de 2020, un 65% menos. Desplome del que se han beneficiado, sobre todo, países como Marruecos, Turquía y Egipto, además de vecinos y socios como Grecia y Portugal.
«Han alcanzado una posición de mercado con la que nunca habían soñado, ya que España se ha encarecido un 35%. El consumidor americano es muy fiel y exigente y si ha entrado en contacto con estos países, aunque desaparecieran los aranceles, no volvería al proveedor español si está satisfecho», apunta Antonio Mora, secretario general y portavoz de Asemesa (Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas e Mesa), organización que agrupa a industria y productores de aceituna negra. Desde Cooperativas Agroalimentarias apuntan que seguirán suministrando a sus clientes al otro lado del Atlántico y avisan contra una posible deslocalización de las empresas españolas hacia países como Grecia. Todo ello a causa del arancel del 35% impuesto por el Departamento de Comercio estadounidense, a instancias de los fabricantes californianos, que acusan a los españoles de ‘dumping’.
Y de fondo está el cuestionamiento de las ayudas de la PAC (Política Agraria Común). No es casualidad que el sector primario sea un caballo de batalla habitual en las negociaciones comerciales entre europeos y estadounidenses, que también practican una generosa política de subvenciones a sus agricultores y ganaderos.
De momento, el expediente está en manos del Tribunal Federal de Comercio Internacional de Estados Unidos, y de la OMC (Organización Mundial del Comercio). El primero ya se ha pronunciado parcialmente, en dos ocasiones, a favor de los exportadores españoles. Hace unos días el juez obligó al Departamento de Comercio a presentar nuevos argumentos para justificar los aranceles en el plazo de 90 días, y rechazó dos de los argumentos esgrimidos por la anterior administración republicana: que las ayudas europeas al sector eran específicas y que la demanda de aceituna cruda dependía de la transformada.
Pero, ¿qué puede suponer esta decisión de la justicia estadounidense? En Asemesa sostienen que puede terminar en una rebaja de la tasa impuesta, que pasaría del 35% al 20%. Además de suponer un apoyo importante para la UE en el procedimiento abierto en la OMC. Al respecto, Mora argumenta que «si esta última organización internacional le da la razón a Estados Unidos, Bruselas debería repartir las ayudas de la PAC con otros criterios». Apunta que sería algo mucho más grave que lo de Airbus, dado que la PAC supone casi el 35% del presupuesto de la Unión Europea. En juego está el trabajo de medio siglo de agricultores y exportadores. La partida también se juega en el ámbito político, en Bruselas, Washington y Madrid. Desde Cooperativas Agroalimentarias, pidieron a la ministra de Industria, Reyes Maroto que, en vista del acercamiento entre europeos y americanos, la aceituna negra fuera prioritaria en la reunión que mantuvieron el presidente de Estados Unidos Joe Biden y la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. De momento, la tregua cerrada en esta cumbre el pasado 15 de junio no ha arreglado este conflicto, pero sí aporta algo de luz al final de este largo túnel. Asemesa espera que la Comisión y el Gobierno español se acuerden de ellos ante la mejora de relaciones entre ambas partes. Al respecto, Mora mostró su confianza en que se aproveche esta oportunidad: «Seguimos confiados en que la UE y el Gobierno de España hagan todo lo posible para aprovechar este momento e intentar buscar una solución». En este sentido, recordó el compromiso de la ministra de Industria, tras el acuerdo entre Washington y Bruselas, de introducir este tema en un próximo viaje a Estados Unidos, aunque aún no tiene fecha. Desde Agricultura, apuntaron que en este «contexto de vuelta al multilateralismo» y, a la espera del fallo de la OMC, esperan que se acerquen posturas entre ambas partes.
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