Preocupación en San Petersburgo por el aumento en los contagios por Covid
La selección española se jugará el viernes el pase a semifinales en la ciudad rusa, muy castigada por el virus
España jugará el próximo viernes su partido de cuartos de final en San Petersburgo, la antigua capital imperial de los zares. Pese a la alta incidencia de infecciones por Covid-19 que registra la bella ciudad rusa, el encuentro no ha sido trasladado a otra sede. Así lo han constatado los organizadores a través de su servicio de prensa. Según el portavoz de la UEFA, el incremento de contagios en San Petersburgo «no cambia absolutamente nada para los equipos (...), no se prevé modificar el lugar del partido».
Pero, tras Moscú, San Petersburgo es la segunda ciudad de Rusia más afectada por el nuevo rebrote de la pandemia que ha provocado la mutación Delta del virus originada en India. Los especialistas rusos alertan de que es la variante más contagiosa y letal conocida hasta ahora.
Con 110 muertos, la antigua capital imperial registró ayer el mayor número de decesos en un día desde el comienzo de la pandemia. El sábado
La Federación confirmó anoche que la selección española viajará hoy mismo a primera hora de la tarde a San Petersburgo, donde preparará el partido del viernes de cuartos de final. Ya se daba por sentado que no se regresaría a Madrid en el caso de vencer a Croacia ya que suponía demasiados kilómetros en tan pocos días. Durante la semana, España se entrenará en el antiguo campo del Zenit de San Petersburgo, en el coqueto Petrovski, que fue la sede del conjunto ruso hasta que en 2017 se cambió de casa. El día antes del partido ya trabajará en el Krestovski. alcanzó los 107 fallecidos. Moscú también bate el récord con 124 muertos contabilizados en las últimas 24 horas. En toda Rusia se anotaron ayer un total de 21.650 contagios y 611 fallecidos. El total de infectados se aproxima ya a los cinco millones y medio y el de fallecidos a casi 134.000, la cifra más alta de Europa. Aunque la agencia de estadística rusa, Rosstat, facilita una cifra más abultada, la de 270.000 decesos hasta finales de abril. Y es que, cuando parecía que Rusia se encontraba en la senda de vencer la enfermedad, la variante Delta hizo que se disparase la pandemia a mediados de junio. Y ha pillado a la población con un índice muy bajo de vacunación debido al escepticismo general. Según el Ministerio de Sanidad ruso, solamente 23 millones, sobre una población total de unos 145 millones, se han vacunado con las dos dosis del fármaco.
Pero si en Moscú se han restablecido ciertas medidas restrictivas como la vacunación obligatoria para los empleados de los sectores con mayor contacto con la población, el regreso al teletrabajo y, desde ayer lunes, la obligación de contar con un salvoconducto QR para poder entrar en los restaurantes, que acredite estar vacunado, haber pasado la enfermedad o estar en posesión de un test PCR reciente, en San Petersburgo apenas hay restricciones para no ensombrecer la Eurocopa.
La mascarilla sigue siendo indispensable en los locales cerrados, el transporte público, las zonas para aficionados y en el estadio. En la calle solamente es obligatoria si se producen aglomeraciones o durante cualquier tipo de acto al aire libre. El aforo a museos y teatros, así como a las zonas para hinchas y al estadio se ha reducido.
Según la prensa rusa, las autoridades sanitarias de Finlandia detectaron 120 casos positivos de coronavirus entre los aficionados que regresaron de San Petersburgo. La selección finlandesa jugó en San Petersburgo contra Rusia el 16 de junio y el 21 contra Bélgica. Al día siguiente, el 22 de junio, se produjo una cola en la frontera y, de forma excepcional, se permitió el paso sin exigir el PCR de rigor. También Suecia, cuya selección se enfrentó en San Petersburgo a Eslovaquia el 18 de junio y a Polonia el 23, se han registrado infectados por Covid-19 entre sus aficionados. Los epidemiólogos han llegado a solicitar a las autoridades que guarden dos semanas de cuarentena.