ABC (Nacional)

El Chicle, acusado de violar a su cuñada a punta de cuchillo: «No soy agresivo»

▶ El asesino de Diana Quer negó ante el tribunal la que podría ser su primera agresión sexual, en el año 2005

- PATRICIA ABET

Con cazadora de cuero, el pelo casi rapado y mascarilla para cubrir su cara mientras las cámaras estuvieron presentes. Así se presentó José Enrique Abuín Gey ayer ante la Audiencia provincial de La Coruña para rendir cuentas por la que podría haber sido su primera violación, en el 2005. Procedente de la prisión de Teixeiro –a donde ha sido trasladado para asistir al juicio por la presunta agresión a su cuñada cuando ella era menor de edad– lo primero que hizo el acusado antes de enfrentars­e al interrogat­orio fue pedir que lo juzgasen por su nombre, y no por su alias, y solicitarl­e al tribunal que lo desprendie­sen de las esposas. «No soy agresivo» bromeó sin tener en cuenta que en la sala contigua esperaba la hermana de su exmujer, que declaró por videoconfe­rencia pese a estar en el mismo edificio que él para evitar verle la cara.

El Chicle se remontó 17 años atrás en el tiempo para, a preguntas de las acusacione­s y de su defensa, rememorar la mañana de enero en la que ocurrieron los hechos. Según su versión, él y su excuñada ni siquiera se encontraro­n ese día. Solo hubo un intercambi­o de palabras telefónico «porque yo le debía 20 euros a su padre y la llamé a ella para decirle que se los iba a llevar por la tarde». En todo momento Abuín se declaró «inocente» de la agresión sexual que se le imputa y por la que se enfrenta a 15 años de prisión. «Nunca tuve relaciones sexuales con ella; ni ese día ni ningún otro» negó durante un plenario en el que también mantuvo que después de la denuncia de la joven, por la que pasó 4 meses en prisión, no volvió a quedarse a solas con ella «por lo que pudiera pasar».

Con la misma serenidad reconoció que antes de la presunta violación su mujer le había preguntado si le había realizado tocamiento­s a su hermana, a lo que Abuín respondió con un tajante «no» que hizo que su pareja cerrase filas con él incluso delante de su familia, con la que dejaron de hablarse a raíz de la denuncia interpuest­a por su gemela contra su marido.

A la hora de contestar a las preguntas de las partes, el acusado no tuvo problemas en explayarse y dar detalles sobre su vida personal en aquellos años. Habló de los problemas de dinero que tenían y de cómo unos y otros le fiaban. También explicó cómo eran sus relaciones con la hermana de la víctima y llegó a afirmar que él nunca compraba preservati­vos, porque «nunca los usaba». «Nunca» suscribió, en un intento por desacredit­ar la versión de la presunta víctima, que dejó claro ante el tribunal que con ella lo usó y después lo lanzó por la ventanilla del coche en el que se había producido la agresión.

La versión de la excuñada del Chicle, casi dos décadas después del suceso, reabrió las heridas del caso Diana Quer por el que Abuín cumple prisión permanente revisable. «Me dijo que lo acompañase al cajero, yo dudé, pero me subí. Fuimos a Rianxo y luego me llevó a esa pista junto a una capilla donde pasó todo» pasó de puntillas. Las preguntas del fiscal obligaron a la mujer a dar marcha atrás y relatar de forma más pormenoriz­ada un capítulo que, según constataro­n dos psicólogas del Imelga, le ha dejado una importante huella emocional. «Cuando llegamos cerró el coche y sacó un cuchillo. Me lo puso en la garganta y me dijo que le hiciera una felación. Yo me negué y entonces me dijo que me iba a follar y se me puso encima» explicó con dureza.

Sobre las imágenes que conserva de ese día también desveló más de un detalle sórdido protagoniz­ado por el acusado, como que la obligó a desnudarse y a ponerse un camisón que él

La víctima contó cómo su presunto agresor la obligó a desnudarse y ponerse un camisón antes de violarla en el asiento del copiloto

llevaba en el vehículo y que por cada movimiento que hacía se le clavaba un poco el arma. «Se puso un preservati­vo y yo solo quería que acabase pronto para irme de allí» expresó la declarante a preguntas del fiscal. Después, prosiguió, la llevó al instituto y la hizo bajar del coche no sin antes advertirle que si contaba algo de lo ocurrido mataría a su hermana, a su sobrina y a sus padres. «Me dijo que me lo había hecho por chivata» zanjó la víctima. Una compañera suya de clase en aquella época corroboró en sala que se la encontró llorando en el baño del instituto y que le contó que su cuñado la había violado. Lo mismo manifestó una de sus hermanas, que se la encontró en la ducha cuando llegó a casa del trabajo. « Le dije que se lo tenía que contar a nuestros padres y fuimos al médico y a poner la denuncia» aclaró.

Pero la acusación nunca fructificó y el Chicle salió en libertad a los pocos meses, sin ni siquiera ser juzgado. El psicólogo que valoró a la joven en su día concluyó que la víctima no presenta síntomas de haber sido agredida sexualment­e. Sin embargo, dos expertas que la atendieron en 2019 sí dieron cuenta de su afectación y de que la desaparici­ón de Diana y el posterior arresto de su excuñado le habían hecho revivir la violación generándol­e un cuadro ansioso. El Chicle, encorvado, atendió al relato de todos los conocidos que desfilaron por la sala negando con la cabeza pero evitando en todo momento cruzarse la mirada con ellos.

 ?? // EFE ?? José Enrique Abuín, ‘El Chicle’, ayer en la Audiencia de La Coruña
// EFE José Enrique Abuín, ‘El Chicle’, ayer en la Audiencia de La Coruña

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain