Díaz-Canel y Putin inauguran en Moscú un monumento a Fidel Castro
▶ Ambos mandatarios se reunieron ayer para hablar de «cooperación estratégica»
En medio de un aislamiento internacional severo por su demoledora ofensiva en Ucrania, el presidente Vladímir Putin, que, según algunas fuentes, está teniendo incluso problemas para que su homólogo chino, Xi Jinping, le coja el teléfono, siempre es de agradecer la visita a Moscú de algún aliado para poder mostrar a la ciudadanía que Rusia no está del todo sola. Y quién mejor para ayudar en ese cometido que el máximo dirigente cubano, Miguel DíazCanel, que aterrizó en la capital rusa el sábado a la espera de ser recibido en el Kremlin.
Por fin ayer, Putin se reunió con él para hablar de «cooperación estratégica» y después acudieron juntos a inaugurar una estatua del líder de la revolución cubana, Fidel Castro, en una plaza del barrio moscovita de Sókol, en la calle Novopeschánaya, una zona de la capital que, según sus vecinos, poco tiene que ver con Castro y Cuba, aunque un tramo de la calle lleva su nombre desde hace cinco años. Tal vez por eso el pasado invierno se decidió erigir el monumento, realizado por el escultor ruso Alexéi Chabanenko. Representa a Fidel en uniforme militar con su tradicional boina, de pie sobre un bloque de piedra con la inscripción ‘Cuba’.
Durante la ceremonia, y tras una ofrenda floral, Putin evocó en su intervención su última charla con Fidel Castro. «Recuerdo muchas horas de conversaciones con él. Especialmente nuestro último encuentro en julio de 2014. Habló de cosas que están ahora sorprendentemente de actualidad: los tiempos de la formación de un orden mundial multipolar». A su juicio, «cada pueblo tiene derecho a su libre desarrollo, a elegir su propio camino, y en un mundo verdaderamente justo no puede haber lugar para la imposición, el saqueo y el neocolonialismo». El jefe del Kremlin llamó a seguir cooperando con Cuba para «defender los grandes valores de igualdad, equidad y justicia».
La amistad de Fidel Castro con Moscú comienza tras el intento fallido de la CIA y de exiliados de la isla residentes en EE.UU. de echar abajo el régimen por la fuerza, en abril de 1961. Castro venció en bahía de Cochinos, pero comprendió que tales tentativas podían repetirse y decidió echarse en los brazos de la Unión Soviética.