Los docentes, al límite: un 78% sufren ansiedad y un 12% depresión
▶ El sindicato ANPE alerta sobre denuncias falsas y un exceso de trabajo burocrático
«Hay estudiantes que denuncian que el profesor les ‘‘mira mal’’ o que ‘‘han suspendido porque no han sabido explicarles los contenidos’’, incluso cuando no se han presentado a la prueba de recuperación o no han hecho ningún esfuerzo», relata Teresa Hernández Jiménez, responsable a nivel nacional del Defensor del Profesor del sindicato ANPE. Esto es solo la superficie de la infinidad de problemas a los que están haciendo frente los profesores y que los están abocando a graves problemas de salud mental. Del total de casos atendidos por el sindicato (1994 personas) un 78% sufren ansiedad, un 12% se encuentran inmerso en un proceso depresivo, mientras que un 15% están de baja. Pero, además, advierten de que el 30% de los problemas a los que se enfrentan los docentes están relacionados con la Administración. ¿A qué se refieren concretamente? El presidente de ANPE, Paco Venzala, denuncia una «enorme carga de burocracia». Al cambio normativo, que se produjo en mitad de noviembre, «se suma que no se ha hecho más que aprobar un protocolo tras otro para los que no se ha dado formación adecuada. Los profesores se quejan de que del cien por cien de su trabajo solo le pueden dedicar un 40 a la docencia».
Entre el aumento de la carga figura no solo la reciente aprobación de la Lomloe sino también la puesta en marcha de protocolos como el de prevención contra el suicidio o contra el acoso «sin asignación horaria y sin formación suficiente para los docentes». Pero a esto también se suma los problemas que se están encontrando a la hora de evaluar y promocionar al alumnado. La Lomloe establece que las decisiones sobre la promoción serán adoptadas de forma «colegiada por el equipo docente» tanto en Primaria como en Secundaria. Esto, denuncia el sindicato, ha generado problemas para el docente que puede decidir suspender a un alumno mientras la junta de profesores decide lo contrario. O encontrarse con reclamos del propio alumno o de sus padres cuando se decide que un estudiantes repita con tres materias suspensas y otro pase de curso con cuatro suspensas. ¿Esto también genera ansiedad al profesorado? «Es una suma de cosas», dice Venzala. «Este asunto en particular perjudica a los docentes porque se ven obligados a tomar una decisión que genera conflictos con el alumno o con su familia por la forma poco objetiva que se ha determinado en la norma, que deja al albur de la junta del profesorado la promoción en todas las etapas y también la titulación en el caso de la ESO».