¿Goodbye Gibraltar?

Han vuelto a darnos gato por liebre, como siempre. Y miren que esta vez lo teníamos fácil y se lo habíamos dicho, no una vez, sino ciento por lo que no puede hablarse de engaño o algo mucho peor. Inglaterra no ha cumplido ni uno solo de sus compromisos en Gibraltar, desde aquel Tratado de Utrecht que limitaba la cesión hasta las murallas de la plaza, hasta la resolución 2.353 de la Asamblea General de la ONU donde se considera que «toda situación colonial que destruya total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas». En medio quedan embelecos, como usar epidemias para instalar pabellones sanitarios en istmo no cedido o convertir un hipódromo en aeródromo. ¿Que fuimos ingenuos, por no decir tontos? Seguro. Pero éramos militarmente inferiores y sabíamos lo que hicieron los ingleses cuando China les prohibió el negocio del opio: despachar sus navíos para cañonear sus ciudades costeras. Y nosotros tenemos muchas.

La primera oportunidad llegó con la resolución 1.514 de la ONU para poner fin al colonialismo que, junto a la antes citada, nos devolvía la plaza, pero ahí empezó a funcionar la política interna, nuestro punto flaco, y cuando quisimos entrar en la Unión Europea, Inglaterra exigió que Gibraltar entrara con ella. Lo aceptamos y de ahí surgió la segunda oportunidad que puede ser la mejor y la última. El Reino Unido ha abandonado la UE y el Peñón tiene que acompañarle. Pero los ingleses no serían lo que son si no se empeñaran en quedarse con su colonia y esta, con su estatuto especial. Así empezó la negociación del ‘Gibexit’ hace dos años sin llegar a ninguna parte.

Lo sospechoso es que Gibraltar ha creado una Autoridad Anticorrupción Independiente para investigar cualquier conducta de fraude y malversación, lo que apunta a un intento de blanqueo del que ha venido siendo un paraíso fiscal. Que no se especifique el lavado de dinero, el tráfico de armas y el contrabando es sospechosísimo, aunque puede que ni siquiera aspiren a eso y se contenten con seguir negociando otros 300 años con Gibraltar viviendo a costa del los europeos y de los españoles, en especial. Yo confío más en la Comisión Europea que en nuestro Gobierno.