Harry Kane lidera a una gran Inglaterra
▶ Los británicos sacan a relucir su talento y su pegada ante Senegal y retan a Francia en los cuartos de final
Los inventores del deporte del balón, semifinalistas en el Mundial de Rusia hace cuatro años y subcampeones de la Eurocopa de la pandemia, contra Senegal, una selección exótica hace dos décadas cuando en la cita de Corea y Japón ganó a Francia y llegó hasta los cuartos de final pero que ahora ha alcanzado un gran nivel de profesionalización con hasta diez jugadores en la Premier.
El fútbol de siempre contra uno de los abanderados de la revolución africana, una mezcla de libertad y disciplina que lo hacen imprevisible y por tanto peligroso, sobre todo a partido único. La Inglaterra de Harry Kane, invicta y convincente con dos triunfos y un empate en la fase de grupos, contra un equipo que tiene en el bloque su mayor fortaleza y que se impuso con autoridad a Ecuador y Qatar para avanzar en el torneo. El escenario del duelo de octavos, la majestuosa jaima del Al Bayt Stadium.
Poco antes de empezar el duelo la Federación inglesa comunicó que Sterling no lo jugaría por un problema de índole familiar. Era una baja más que sensible porque el futbolista del Chelsea es un auténtico puñal en ataque y clave en el esquema de Gareth Southgate. Quizás por su ausencia, pero también por el fluir aletargado de los británicos en un inicio a cámara lenta, lo cierto es que transcurrieron muchos minutos sin ninguna profundidad ni peligro.
Tocaban sin mordiente, protegiéndose, sin asumir riesgos, convencidos de que tarde o temprano llegaría su momento. Tanta complacencia, sin embargo, estuvo a punto de costarles muy caro. Boulayé, un auténtico dolor de muelas para los centrales ingleses la primera media hora del choque, se asomaba con demasiada frecuencia por los dominios de Pickford, que en el minuto 31 le detuvo con reflejos de gato un disparo a bocajarro que pudo cambiar el destino de la eliminatoria. La ocasión vino precedida de un fallo garrafal de Maguire en la salida de balón.
Gran combinación
En este escenario del mundo al revés los senegaleses dieron un paso adelante. Lo hicieron con tanta osadía que acabaron disparándose al pie al cometer errores flagrantes en las entregas y descuidándose a su espalda. Un oasis inesperado en medio del desierto para esta Inglaterra de calidad y pegada –ha marcado ya doce goles en la cita qatarí, a una media de tres por partido–. Y en el 38 ambas cualidades se fundieron en una combinación magnífica de tres de sus futbolistas más talentosos –Bellingham, Foden y Kane– para dejar un balón en bandeja a Hen
Inglaterra
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