Un consejero del CSN alerta del riesgo de los 7 almacenes nucleares
▶ Un voto particular del Consejo de Seguridad Nuclear avisa de que la opción de Villar de Cañas descartada por el Gobierno de Sánchez es más segura y económica
Tener siete almacenes nucleares dispersos por España, en lugar de uno solo centralizado, no es ni lo más eficiente ni tampoco lo más seguro para gestionar los residuos radiactivos, según defiende un consejero del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La construcción de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) como el que acaba de descartar el Gobierno es «la opción que técnicamente da un mayor nivel de seguridad, considerando todos los aspectos (seguridad física, recuperabilidad, impacto de un avión, resistencia a un terremoto…)», resume el consejero Javier Dies en un reciente voto particular en el seno del regulador nuclear español.
Tras años de polémicas, el Gobierno ha descartado en el último borrador del 7º Plan General de Residuos Radiactivos la creación de un cementerio nuclear en España, un ATC que en 2011 se adjudicó a Villar de Cañas (Cuenca) por contar con el consenso político necesario. Años después, Emiliano García Page se opuso al proyecto al asumir la presidencia de Castilla-La Mancha en 2015, al igual que también lo hizo la vicepresidenta tercera y ministra para la
Transición Ecológica, Teresa Ribera. Con el cambio de criterio, será cada central nuclear la que guarde sus propios residuos radiactivos hasta la creación en 2073 de un almacenamiento geológico profundo. La decisión todavía debe contar con un informe del CSN (que previsiblemente se votará a finales de este mes) y de las comunidades autónomas. Después, el Ministerio para la Transición Ecológica elaborará su informe final, que llegará al Consejo de Ministros previsiblemente antes del verano.
Pero la decisión del Gobierno de Sánchez no cierra el debate de los residuos nucleares. Sin el ATC y con las centrales en desmantelamiento, faltará una instalación que permita recuperar el combustible irradiado si se producen daños o deterioro en los bidones de hormigón y acero que conforman los almacenes temporales. Es decir, se necesita una especie de ‘hospital de campaña’ nuclear, llamado «celda caliente». El 16 de noviembre, el CSN pidió a Enresa, la empresa nacional de gestión de los residuos radiactivos, que busque un emplazamiento y construya esta instalación. Esta decisión, que fue aprobada por cuatro votos a uno –los tres consejeros del PSOE y el de Podemos frente al del PP–, incluyó el voto particular de Dies. En su escrito avisa de las carencias del plan del Gobierno frente al proyecto de Villar de Cañas, que sí contaba con dos celdas calientes y que ya podría estar terminado de no haber sido paralizado. El problema radica en que, cuando las centrales nucleares están en funcionamiento, si un contenedor de almacenamiento de combustible tiene fallos, existen opciones para hacer las reparaciones de forma segura. Pero cuando la central se desmantela, esa opción desaparece y los almacenes temporales no resuelven el problema. «Esta situación que ahora es una realidad en la central nuclear de Zorita, pronto se reproducirá también en la central nuclear de Garoña, y así sucesivamente en las distintas centrales nucleares que se vayan desmantelando. Situación que se mantendrá durante años», critica Dies en su voto.
‘Pasear’ los residuos
Consultado por ABC, coincide con la crítica Eduardo Gallego, catedrático de Ingeniería Nuclear en la Universidad Politécnica de Madrid y quien fue coordinador del Comité Asesor Técnico de la Comisión Interministerial para el emplazamiento del ATC. «Si hubiera un problema, ¿qué hacemos? No tenemos dónde llevarlo», explica a ABC. Y aunque la tecnología de los almacenes temporales es «segura», «hay que prever que pueden ocurrir las cosas», especialmente teniendo en cuenta que los materiales podrían sufrir deterioro a lo largo de las décadas. Además, en el momento en el que se construya una celda caliente en algún lugar de la geografía nacional, el experto apunta a lo delicado de recorrer España con un contenedor de residuos nucleares que podría estar dañado. «¿Es eso aceptable?», se pregunta. «Debería reconsiderarse el tema de los almacenes temporales, sobre todo tan a largo plazo», apunta el experto, quien considera también en términos generales que el ATC era una mejor opción que tener siete.
«El ATC está diseñado para soportar un ‘terremotazo’ y el impacto de un ‘avionazo’. Este dimensionamiento hace que el ATC sea más robusto, más seguro (...)