LOS SIETE ALMACENES
Sin un ‘hospital de campaña’ si se estropean
que los actuales Almacenes Temporales Individualizados (ATI)» de las centrales, continúa el consejero Dies en su voto particular, donde también reflexiona que en el ATC «mejora la seguridad física de la gestión del combustible» respecto a tenerlo en siete «en un factor que podría estimarse del orden de unas 20 veces superior»: es la diferencia de mantener estos siete lugares vigilados por parte de Enresa, del CSN y también de la Guardia Civil frente a tan solo un almacén que centralice todos los residuos radiactivos.
«Estar dando bandazos en la política de gestión de combustible irradiado hace daño a la seguridad nuclear y dificulta las tareas del Consejo de Seguridad Nuclear, como son el desmantelamiento de la central nuclear de Garoña, el desmantelamiento de la central nuclear de Zorita, la necesidad de construcción de Almacenes Temporales Individualizados que eran totalmente innecesarios para cuatro centrales nucleares», critica también el consejero en su voto particular.
La paralización del proyecto de Villar de Cañas, estima, «ya ha provocado tirar a la basura unos 300 millones de euros», así como «generar innecesariamente unas 9.500 toneladas de material contaminado con radiactividad innecesariamente», que se corresponden con los contenedores de los almacenes temporales que se están usando y que eran innecesarios.
Salvo Vandellós II, todas las centrales nucleares españolas ya cuentan con uno de estos almacenes temporales, compuestos de silos metálicos o de hormigón y acero, habitualmente a la intemperie sobre una plataforma antisísmica y cierta protección o vallados. Al renunciar al cementerio nuclear de Villar de Cañas, cuando se desmantelen la mayoría de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, los ATI tendrán que ser ampliados para poder albergar todos los residuos radiactivos y deberán ser ligeramente modificados para convertirse en Almacenes Temporales Des
Hormigón armado
El Gobierno contempla que Almaraz, Ascó, Cofrentes, Garoña, Zorita, Trillo y Vandellós II guarden sus propios residuos. Aunque amplíen sus instalaciones, no tendrán una celda caliente para recuperar el combustible irradiado en caso de problemas. El Gobierno quiere crear una sola celda para 2031.
Siete ‘puntos calientes’ vigilados
Cada central contará con contenedores metálicos o de hormigón y metal, mayoritariamente a la intemperie, sobre una plataforma antisísmica. Estarán vallados pero necesitarán vigilancia.
Es lo que costará mantener los siete almacenes y su vigilancia hasta 2100.