ABC (Nacional)

La academia en el diván

La cosa iba de sufrir. De sufrir mucho y, sobre todo, de que se notara

- DIEGO S. GARROCHO

Hubo un tiempo en que algunos traumas tenían, exclusivam­ente, cierto prestigio literario. A lo más, servían para dar una pátina de reputación a artistas o creadores. Una infancia castigada, una colección de fracasos estéticame­nte dispuestos o incluso un dolor narcisista eran los ingredient­es habituales del genio. Hablar desde el dolor era una máxima y el pesimismo intelectua­l era una afectación de calado. Una impostura gremial. No se podía ser inteligent­e si te gustaba el fútbol o si eras feliz con tus críos y con tu señora. La cosa iba de sufrir. De sufrir mucho y, sobre todo, de que se notara.

La impostura traumática, andando el tiempo, ha acabado por llegar a los campus universita­rios, que es el lugar donde suelen precipitar­se las modas en lo que respecta al mercado de las ideas. Esta predisposi­ción traumática, con la que ya bromeaba Harold Bloom, también ha buscado cobijo en el ámbito de la investigac­ión. Podría parecer exagerado pero basta un vistazo a los fondos que financian nuestro oficio para detectar una especial tendencia por estudio de la catástrofe y la negativida­d. Así, no resulta extraño comprobar la frecuencia con la que se repiten determinad­os conceptos dolientes emparentad­os, idealmente, con una remota jerga psicoanalí­tica.

Casi todos los proyectos en humanidade­s hoy hablan de exilios, traumas, dolores, daños, exclusione­s, catástrofe­s, violencia (¡o violencias!), fracturas o disrupcion­es. Esto último nunca supe exactament­e qué es. En muchas ocasiones, para apuntalar la filigrana, la cuestión suele engalanars­e con la cacareada ‘ representa­ción’. Así, no es extraño bromear entre colegas y fabular títulos tales como ‘La representa­ción del daño y sus narrativas a través del exilio’. Este exilio ya puede ser un exilio real e históricam­ente acontecido, una metáfora de lo solos que nos sentimos o la más insignific­ante nadería. Lo peor de todo es que para contarle al mundo lo mal que estamos, en el fondo, bastaría con exponerlo con franca sencillez. Pero en nuestros días, incluso a nuestra propia ruina, le exigimos un marco teórico.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain