Robots y «apps» para reciclar más y de forma más eficiente
Ya está en marcha en Logroño el primer laboratorio de innovación en economía circular de Europa
El envase del futuro será biodegradable, 100% reciclable e, incluso, comestible. En ello trabajan ya en «The Circular Lab», el primer centro de innovación de economía circular de Europa, que hace unos días Ecoembes, entidad que coordina el reciclaje de envases en nuestro país, inauguró en Logroño (La Rioja).
Este laboratorio, bajo los parámetros de la economía circular y a través de la investigación colaborativa, centra su actividad en el estudio, prueba y desarrollo de las mejores prácticas en el ámbito de los envases y su posterior reciclado. Un proyecto en el que Ecoembes invertirá diez millones de euros hasta 2020 y que, en una primera fase, supondrá la creación de 40 puestos de trabajo directos y más de 200 indirectos.
El mejor residuo es el que no se genera, pero además «el 80% del impacto ambiental de los productos se determina en el momento de su diseño», recuerda Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes. Por eso, entre las principales líneas de investigación que se desarrollarán en este laboratorio destaca el estudio de los envases del futuro a través del ecodiseño, el desarrollo de soluciones que faciliten el proceso del reciclaje al ciudadano o la gestión inteligente de los residuos.
Se trata, en definitiva, de un laboratorio de innovación del envase que busca estudiar, concebir, probar y aplicar en un entorno real las mejores prácticas. Los municipios riojanos servirán como campo de pruebas para investigar conceptos como el envase del futuro, la importancia de la gestión inteligente de los residuos dentro de las «smart cities», el consumo responsable o el desarrollo de nuevas técnicas y procesos que faciliten el reciclaje al ciudadano.
Así, en cuanto a la concepción y desarrollo de los envases del futuro, en «The Circular Lab » ya hay en marcha un proyecto (EcoImpact) que evalúa el comportamiento de los envases a lo largo de todo su ciclo y propone cómo mejorarlos para conseguir un menor uso de recursos. El reto es buscar nuevos materiales sostenibles, así como la introducción de materiales reciclados que permitan reducir su huella ambiental y fomentar su reciclabilidad, hasta el punto de que algunos pueden ser comestibles.
También se está trabajando en herramientas que faciliten la separación de los residuos en el hogar y su correcto recicla- je. Por ejemplo, ya se están desarrollando herramientas digitales que ayudan a que los ciudadanos puedan resolver sus dudas. «Chat Bot», una aplicación interactiva basada en un simpático robot o en un dispositivo móvil que ayuda a identificar los envases a través de la imagen y la voz (una especie de «Siri del reciclaje»). Para que la recogida, selección y reciclado de envases se haga de manera más eficiente en las ciudades, se ha creado la plataforma «SmartWaste», la primera herramienta de gestión de información y análisis de datos para mejorar la eficiencia y calidad de los servicios municipales de gestión de residuos urbanos. Dentro de esta área se trabaja, por ejemplo, en el proyecto « Contenedor Go » , que identifica y localiza los contenedores y con un acierto de casi el 99% ve cuál es su volumen de llenado. Se trabaja también en nuevos modelos de vehículos de recogida más respetuosos con el entorno o en la incorporación de sistemas de robótica en el tratamiento de residuos, para que las plantas de selección sean ya 4.0.