Reciclaje sobre el terreno de juego
Los campos de césped artificial con caucho reciclado, los más usados por sus ventajas técnicas y ambientales
ás de 5.000 campos de hierba artificial con base de caucho reciclado (procedente de neumático al final de su vida útil) se reparten a lo largo de la geografía española, proporcionando un terreno de juego seguro y sostenible. No en vano, se emplea en el 83% de las instalaciones certificadas por FIFA. Y para conocer sus beneficios no hace falta recurrir al VAR, bastan los datos: en España, más del 50% del granulado procedente del caucho reciclado se destina a rellenos de césped artificial, unas 46.600 toneladas al año, que contribuyen a reciclar unos diez millones de neumáticos. Solo en un terreno de juego para fútbol-11, se reciclan unas cien toneladas, equivalentes a la recuperación de unos 22.000 neumáticos de turismo.
MTécnico, económico y ambiental
«Se trata del material de relleno más utilizado a día de hoy gracias a sus especificaciones técnicas, económicas y ambientales y a las limitaciones que presentan las alternativas existentes, como los rellenos orgánicos, por ejemplo de corcho; o bien los arenosos», explica Leticia Saiz, directora de Desarrollo e Innovación de SIGNUS, que ha realizado un estudio comparativo donde se detallan las limitaciones que presentan algunas alternativas. Así, en los rellenos orgánicos hay problema de propagación al medio ambiente por su flotabilidad; otros necesitan permanecer húmedos requiriendo riego; son sensibles al crecimiento de algas y hongos necesitando tratamientos químicos, lo que implica un riesgo de salubridad en caso de heridas. Y además de más costosos, tampoco pueden asegurar ni una gran disponibilidad, ni su instalación en la mayoría de los campos ya existentes. En el caso de los campos sin relleno o con arena, se señala que no se ha demostrado su durabilidad, no cumplen con los requisitos de FIFA y presentan falta de absorción de impactos.
«Los estudios realizados avalan que los campos con granulado de caucho pueden absorber la mayoría de los impactos, ayudando a prevenir lesiones. Otorga al pavimento el confort y la seguridad que se necesita al correr, caerse o deslizarse», dice Saiz quien explica que «las propiedades del caucho, como son absorción de energía, elasticidad y durabilidad, imitan las características de juego, en cuanto a deformación vertical, bote vertical de balón y tracción rotacional que exigen organismos como FIFA, World Rugby, la liga de fútbol australiana y la Rugby Football League de Inglaterra».
Una seguridad que ha permitido el acceso al deporte de un mayor y creciente número de niños y niñas desde edades tempranas por las continuas caídas al suelo, así como por la comodidad que ofrece en comparación con los campos de tierra y las obsoletas canchas con base de cemento. Los terrenos de caucho, si bien no evitan las rozaduras en la piel por fricción con la fibra sintética, previenen en un 95% los casos de traumas craneoencefálicos habituales en la práctica de fútbol sobre superficies duras, eliminando casi en su totalidad los severos por impactos contra el suelo.
Pero además, y hablando de salud, no necesitan de fertilizantes ni productos fitosanitarios y el granulado de caucho «cumple la regulación REACH y no supone ningún riesgo para la salud; en particular, en lo que respecta al contenido de hidrocarburos policíclicos aromáticos», deja claro Saiz.
Eficiencia hídrica
10 MILLONES DE NEUMÁTICOS VIEJOS SON RECICLADOS CADA AÑO PARA SU EMPLEO EN CAMPOS DE FÚTBOL
En nuestro país es imperativo un uso eficiente del agua. Los campos de hierba además de altos requerimientos de riego y mantenimiento, tienen una capacidad de uso limitada de menos de seis horas por semana y campo. Frente a ello los de de césped artificial pueden durar hasta diez años y permiten ahorrar hasta 3.200 m3 de agua de riego al año por campo, cantidad equivalente a una piscina olímpica. Además, en ellos se puede jugar durante todo el año con independencia de las condiciones meteorológicas, pues su diseño está estudiado para ser mucho más eficaces en el drenaje del agua de lluvia que otras superficies.
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