Baterías más circulares
El IMDEA desarrolla un novedoso y pionero sistema de reciclado para alargar su vida útil y acabar con sus residuos
Las baterías son un sistema de almacenamiento clave para la movilidad sostenible. Sin embargo, las posibilidades de su reciclaje son aún escasas y complejas. Con la explosión del vehículo eléctrico en ciernes, las investigaciones se centran en minimizar los residuos que estas pueden generar al final de su vida útil. Hasta la fecha, todos los procesos de reciclaje se basan en su trituración y posterior extracción de manera selectiva de sus componentes. Pero el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA) ha conseguido desarrollar un novedoso sistema de reciclado para alargar su vida útil y acabar con los residuos que genera el fin de su actividad.
Un equipo de investigadores ha conseguido diseñar un prototipo que permite la extracción de los electrodos semisólidos de las baterías cuando ya han agotado su utilidad, y recargarlas con electrodos nuevos sin tener que destruir el resto de la batería. Esta técnica, para la que ya se ha solicitado patente, permitiría la reutilización continuada de la batería simplemente sustituyendo el material del electrodo o conductor eléctrico, al tiempo que evitaría su trituración.
Una vez comprobada su eficacia, el IMDEA Energía pretende escalar este proyecto a nivel industrial y que pueda convertirse en una solución para el problema del reciclado de las baterías eléctricas en un momento de alto desarrollo de este tipo de almacenamientos. Desde el Instituto madrileño se señala que con ello se daría respuesta al aumento de la fabricación de coches eléctricos y a la implantación de políticas destinadas a promover la transición hacia un sistema energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Elementos más sostenibles
Esta iniciativa es una de las más visibles dentro de un amplio estudio que el IMDEA está realizando sobre el ciclo de vida de las baterías, pionero en toda Europa, que pretende analizar las mejores vías para la sostenibilidad en la producción, utilización y reciclaje de estos elementos. El objetivo es la evaluación de estrategias de economía circular para la gestión de baterías de tracción, incluyendo el análisis tecnoeconómico y de sostenibilidad de este tipo de sistemas. Se trata, por un lado, de utilizar modelos de ciclo de vida de baterías de manera prospectiva, así como de hacer simulaciones de procesos de reciclaje para saber qué potencial tiene la recuperación de materiales.
Además, este Instituto trabaja también en el desarrollo de nanopartículas poliméricas como material de electrodo en baterías de litio con el objetivo de de sustituir los materiales inorgánicos presentes en los electrodo que, en muchas ocasiones, contienen elementos tóxicos, escasos y muy poco sostenibles como es el caso del cobalto. Los materiales orgánicos, en cambio, están compuestos de elementos muy abundantes (CHON) y son mucho más sostenibles y fáciles de reciclar.
ESTA INNOVACIÓN
DARÍA RESPUESTA AL AUMENTO DE LA FABRICACIÓN DE COCHES ELÉCTRICOS