Los mitos también se reciclan
Recogida separada , exhaustivos procesos de selección y creación de nuevos materiales, así es la realidad del reciclaje
Seguro que hemos escuchado el «testimonio» de alguien que ha visto cómo el camión de la basura lo junta todo, u opiniones de otros que aseguran que ni se separan los residuos ni se hace nada con ellos. Falsos mitos que corren de boca en boca y que, sin embargo, resultan tan fáciles de desmontar y reciclar como los propios residuos.
César Rico, director de producción de Lyma Getafe, con doce vehículos recogiendo residuos, ha tenido que oír muchas veces eso de que «en el camión lo juntan todo». Un mito que explica tiene su origen en el hecho de que «hace años, cuando las tasas de reciclaje eran muy bajas, se recogían diferentes fracciones de residuos en camiones que interiormente estaban compartimentados. Se echaba al mismo vehículo pero nunca se juntaban en su interior». A día de hoy, aunque todavía pueden ser utilizados, resultan «poco rentables porque el volumen de residuos en los contenedores es tan grande que necesitan un camión entero» y señala que desde hace cinco años el volumen de recogida viene aumentando una media de un 20% anual. Además, explica que la ley obliga a que cada vehículo tenga un documento que identifique el origen y el destino del residuo. Y cuando llega a la planta de selección un lector examina el código asignado para permitir la entrada, «si llegara basura orgánica a una planta de separación de envases no dejaría pasar al camión», aclara.
Residuos impropios
Rico también ha tenido que oir argumentos de personas que no reciclan bajo la excusa de que «así se generan más puestos de trabajo en las plantas de separación». Pero este experto puntualiza la complicación que supone reciclar un residuo contaminado, por ejemplo un papel con restos de comida. «Todos los que trabajamos en este sector tenemos una responsabilidad y la filosofía de proteger el medio ambiente y aprovechar los recursos». Rico no solo deja claro que no se juntan los residuos en los camiones y que cada uno va a su planta correspondiente de separación, sino que «en el caso de que algún incívico contamine un contenedor, echando por ejemplo escombros de obra a uno de papel, ni siquiera llega al camión porque comprometería al resto de la fracción. Se recoge el contenedor en exclusiva, se vacía y se separa de manera individual».
Ana María Velázquez es una de esas operarias que cada día realiza en Getafe la recogida de residuos. Ella, sin embargo, no ha oído a nadie decir que se junta todo en los cinco años que lleva trabajando al frente del camión. «Cada vehículo realiza diferentes recogidas de residuos. Un día puede ser papel, otro envases, otro orgánico... Además, vemos desde dentro y por cámaras lo que cae de cada contenedor», explica Ana María, que lleva un camión automatizado donde un robot recoge el contenedor sin ayuda de un trabajador. Y precisa que el hecho de que en diferentes días el mismo camión pueda estar recogiendo distintas fracciones, puede llevar a la confusión a algunas personas para mantener el falso mito.
En la localidad navarra de Peralta, y al frente de una de esas plantas de selección de envases, se encuentra Miguel Ángel Arrastio, quien lo primero que deja bien claro es que «trabajamos con la basura que nos da el ciudadano, si va separada podemos hacer cosas con ella. No es cierto que no se separe ni que no se haga nada en estas plantas, pero tampoco somos magos. Si alguien mete una cáscara de plátano en una botella no se puede hacer nada. Por eso es importante separar». Hasta su planta llegan los residuos de unos 150.000 habitantes, una vez allí, «se pe
LA RECOGIDA SELECTIVA ES CLAVE PARA HACER MÁS EFECTIVO EL RECICLAJE
san, se referencian, se separan los envases de plástico hasta en cinco tipos diferentes, el aluminio, el hierro, el brik, el papel, el cartón... y los impropios (como una cáscara de plátano o aquello que no son envases) van al vertedero». De las 60 o 70 toneladas que recogen a la semana consiguen valorizar hasta el 80%. Después de once años trabajando en el sector reconoce que se cada año se recicla «más y mejor» y pide a los fabricantes mejoras en el ecodiseño que faciliten el reciclaje, y a la minoría de personas que optan por no reciclar que, al menos, no mezclen y echen la basura al contenedor de fracción resto. «Puedo llegar a entender que en el contenedor de envases acabe un reloj que tiene parte de este material, pero no encontrarme un zapato o una sandía», sentencia.
Nuevos productos y envases
También hay quienes sostienen el falso mito de que no se hace nada con el residuo cuando se recicla. Carmelo Justo, gerente de Reciclados La Red lleva en el ADN esto del reciclaje. «Mi bisabuelo tenía una trapería en la que se compraban hasta las medias usadas, con los neumáticos se hacían alpargatas y con la ropa vieja gorras». Justo explica que una vez separados los residuos vuelven a ser clasificados por tipo de material, «con el papel se hará papel o cartón reciclado, el plástico se separa en hasta cuatro fracciones: de alta densidad, baja, el PET y otros tipos. A cada una de ellas se les puede dar un uso diferente. Los de alta densidad se pueden transformar en botellas para detergentes, tuberías para telecomunicaciones... con el de baja densidad se hacen bolsas de basura o de supermercado, con el polipropileno se hacen cajas de fruta, y hasta los propios contenedores se reciclan para hacer nuevos. Hay que desterrar mentiras porque, además, vienen buenos tiempos para el reciclaje», sentencia Justo.