¿Un impuesto para prevenir incendios?
Cada año se queman en España una media de 100.000 hectáreas de superficie y su extinción tiene un coste de 600 millones de euros anuales. Frente a ello, los españoles estarían dispuestos a pagar para que se invierta en programas de prevención. Así lo revela un estudio realizado a más de 500 hogares donde «el objetivo era conocer la percepción y preocupación de la sociedad por los incendios y tratar de entender la demanda de protección y de programas de prevención, y no con la idea de diseñar un nuevo impuesto ambiental», aclara María Loureiro, catedrática de Economía de la Universidad de Santiago de Compostela. Para ello, la encuesta incluyó preguntas de carácter diverso como si pagarían por un programa de concienciación, por acciones de limpieza y gestión forestal, la reforestación con especies más resilientes a los fuegos... Y para poder financiar estas acciones, se incluyó un pago único vía impuestos para los hogares y empresas españolas.
El resultado dejó claro que los hogares españoles estarían dispuestos a pagar 11,68€ por un programa de concienciación. Esta disposición a pagar ascendía a 30,58€ si se trataba de reducir el número de grandes incendios forestales. Y la disposición a pagar por la plantación de especies más resistentes a los incendios ascendía a 34,58€ por hogar.
Paradoja del riesgo
Los resultados también pusieron de manifiesto que los hogares que vivían en zonas de alto riesgo no tenían una mayor disposición a pagar que los que vivían en zonas de menor riesgo. «En España, alrededor del 83% de los incendios son causados por el ser humano, a la par que aumentan por el cambio climático. Esto crea un sentimiento de desánimo a la hora de pensar en políticas de prevención, que puede ser más grave en zonas con una mayor número de fuegos intencionados, como Galicia. Esta alta intencionalidad pone freno a la hora de dar una respuesta más activa en prevención y apoyo a las políticas proactivas», explica Loureiro.