Carrera sin retorno hacia la nueva movilidad verde
Tecnología y procesos ‘made in Spain’ para el transporte eficiente de personas y mercancías
El transporte produce más de una cuarta parte de las emisiones y es uno de los mayores responsables de la contaminación del aire en las ciudades. Por ello, en 2035 ningún turismo ni furgoneta nueva que se venda en Europa podrá emitir CO2, lo que convierte a la movilidad sostenible en una pieza imprescindible y prioritaria. Coche eléctrico, zonas de bajas emisiones, ‘carsharing’, ‘carpooling’, ‘ridesharing’... opciones de movilidad más ecológicas y económicas –muchas ‘made in Spain’– que ofrecen innovadoras soluciones.
El reciente informe sobre movilidad eléctrica en Europa y España elaborado por OBS Business School pone de manifiesto que, a pesar del contexto actual, con una alta volatilidad de los precios del petróleo, la crisis de microchips, la ruptura de suministro o los conflictos geopolíticos que ponen en riesgo al sector del transporte, se están batiendo récords en ventas de vehículos eléctricos. «La evolución y aumento de la autonomía de los vehículos eléctricos, una mayor oferta, la mejora de la infraestructura de recarga, incluso la reducción del coste de las baterías junto con las ventajas que ofrece durante su uso como el acceso a zonas de bajas emisiones y, por supuesto, menos costes de explotación, son algunos de los factores que están impulsando que esta manera de desplazarse esté creciendo y sea cada vez más asequible; y más considerando la existencia de incentivos y subsidios para su impulso, muchos de ellos reforzados por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y los fondos Next Generation», explica May López, profesora de OBS Business School y directora de desarrollo de la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible.
El estudio señala que, a pesar de la situación socioeconómica, las ventas batieron récords en 2021 con un crecimiento del 120% (6,6 millones de coches eléctricos) hasta alcanzar los 16,5 millones el pasado año a nivel mundial, casi el 10% de la venta total de automóviles. Y la tendencia continúa, pues solo en el primer trimestre de 2022 se han vendido 2 millones de unidades, lo que representa un 75% más que en el mismo período del año pasado. El mercado mundial de este tipo de vehículos cerró 2021 con un volumen de ingresos de 411 miles de millones de dólares estadounidenses y más de 450 modelos de automóviles eléctricos disponibles (en Europa 184 y en España solo 14 modelos que cumplen con el requisito establecido para 2035 de cero emisiones). Se espera alcanzar en 2027 los 1,4 billones de dólares.
«Existen diferentes modalidades de vehículos sostenibles que el comprador debe tener en cuenta a la hora de adquirir uno. Sin embargo, el consumidor todavía no tiene claros los objetivos, ventajas y alternativas que ofrecen, incluso la diferencia entre vehículos eléctricos y electrificados», explica May Ló
pez, quien llama la atención sobre el hecho de que aunque «los híbridos no enchufables (HEV) superen en ventas al resto de tecnologías electrificadas, estos no computan de cara a cumplir los objetivos establecidos a nivel nacional e internacional, ni ayudan a minimizar los impactos ambientales».
Cuatro veces más eficiente
El informe señala que el vehículo eléctrico puro (BEV) es cuatro veces más eficiente que el de gasolina (entre un 70 y un 90%) y el menos contaminante incluso por encima del vehículo de hidrógeno. A él le siguen los híbridos enchufables (PHEV) con entre un 4050% de eficiencia energética, los híbridos y los vehículos de gas. No obstante, López reconoce que «la relación autonomía-coste sigue siendo clave a la hora de adquirir uno, al igual que la falta de información o la errónea relativa a la movilidad eléctrica de cara al comprador de vehículo. Dos factores que están haciendo que, por un lado, el potencial comprador se esté planteando otros modelos de movilidad, como el pago por uso, el renting o incluso otro tipo de vehículos o la combinación de varios de ellos, con un impacto también positivo en la sostenibilidad. Pero al mismo tiempo, también provoca que las ventas de vehículos de segunda mano y su precio estén batiendo récords, lo que es peligroso no solo de cara a los objetivos ambientales, también a la seguridad vial. De ahí que sea clave informar al ciudadano de los objetivos y medidas en torno a la movilidad eléctrica que ya están fijados y no tienen marcha atrás».
Europa establece en 3,5 millones el número mínimo de estaciones de recarga pública que deben estar activas en 2030 (entre 250.000 y 340.000 en España), cifra que deberá triplicarse en la siguiente década
EN ESPAÑA SOLO HAY 14 MODELOS DE COCHE ELÉCTRICO QUE CUMPLEN EL REQUISITO DE CERO EMISIONES
hasta alcanzar los 11,4 millones; y los 16,3 millones en 2050. A día de hoy, el número de cargadores públicos en Europa alcanza solo los 320.000 (el 14% de ellos son rápidos), lo que supone un aumento mucho más lento que el de la venta de vehículos. En España creció un 47% la infraestructura de carga el año pasado, llegando a los 11.996 puntos de recarga pública (el 20% rápidos).
El informe de OBS indica que es fundamental facilitar una experiencia de recarga sin fisuras para el conductor a través de las redes de recarga nacionales, pero también más allá de las fronteras. «Garantizar la interoperabilidad permitiría a los conductores de vehículos eléctricos recargar en cualquier estación sin necesidad de suscribirse a la plataforma de los distintos operadores y con una mayor transparencia en precios, que además serán más competitivos. Requisitos obligatorios por ley, de ahí que sea imprescindible vincular las subvenciones al cumplimiento legal», deja claro May López y precisa que «para que el usuario pueda elegir lo que más le convenga, debe saber que la recarga privada suele ser la opción más barata (en Europa más del 70% de las recargas se realizan en casa o en el trabajo), sin embargo, la de alta potencia (rápida) es la más cara del mercado actual, incluso por encima del resto de combustibles tradicionales, y más en España con precios superiores a la media europea.
No obstante, a pesar de que la cuota de los turismos electrificados ha marcado récords tanto en Europa como en España, los eléctricos enchufables representan solo algo más del 1% de todos los vehículos que circulan actualmente por las carreteras de la UE y no llegan ni al 1% del parque automovilístico nacional actual. Y la coyuntura internacional no está ayudando: el mercado de vehículos eléctricos ya se está viendo afectado por la crisis de microchips, que se ha agravado debido a la guerra Rusia-Ucrania; Rusia produce el 40% del mercado global de paladio y Ucrania el 50% del suministro mundial de neón y el 40% del mercado global de criptón. Además, la demanda de los minerales esenciales para las baterías (litio, níquel, cobalto y grafito) se ha convertido en un factor geopolítico que eleva los precios y genera también rupturas en la cadena de suministro. Un escenario que se prevé se mantenga mínimo hasta 2024.
Impulso de las ZBE
No obstante, para esta experta, la demanda de movilidad eléctrica seguirá creciendo a mayor velocidad incluso en un entorno convulso gracias a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética por la que más de 140 municipios españoles –aunque han sido 170 los que han solicitado las ayudas– tendrán que establecer Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) antes del 1 de enero del 2023. Es decir, a la vuelta de la esquina. Y por otro lado, por la aprobación del Real Decreto Ley 29/2021 que facilita el despliegue de la infraestructura de recarga y obliga a su instalación en gasolineras y parkings de uso no residencial. Para May López «disponemos de poco tiempo para establecer las zonas de bajas emisiones y garantizar su mejora en el tiempo». Por ello, y para fomentar la movilidad sostenible dentro de las ZBE, se han puesto en marcha herramientas como Toolboz ZBE, para comunicar experiencias, casos de éxito y soluciones ya existentes para que puedan ser replicadas, impulsando la colaboración público-privada. Permite conocer de forma amena y didáctica servicios, experiencias y soluciones de éxito para facilitar información útil a los responsables de diseñar, implantar y desarrollar las ZBE.
Superdeportivos eléctricos
A las afueras de Barcelona –no podía ser en otro lugar que en Montmeló– la innovación en vehículo eléctrico cobra una nueva dimensión con QEV Technologies. Ingeniería con larga trayectoria en competiciones eléctricas (la Fórmula E ,Extreme E, el Campeonato FIA RX2e que debutará su última carrera este fin de semana en el Circuito de Catalunya y Nitro Rallycross (NRX) –que le ha permitido desarrollar y aplicar tecnologías de vanguardia en movilidad eléctrica. Ha diseñado, desarrollado y construido algunos de los superdeportivos más exclusivos del mundo. Modelos cien por cien eléctricos de altas prestaciones entre los que destacan el Hispano Suiza Carmen, los Arcfox GT y Arcfox GT Race Edition o el Zedriv GT3 en los que se aúnan diseño y exclusividad. «La innovación tecnológica obtenida en las competiciones nos ha abierto la puerta para desarrollar y fabricar vehículos de altas prestaciones desde la fase de diseño hasta el prototipo y la homologación, llegando a ser proveedor oficial de otras marcas de automoción», señala Joan Orús, CEO de QEV Technologies.
Por otro lado, bajo la marca de Zeroid, QEV Tech se compromete a trasladar las tecnologías eléctricas más avanzadas al sector del transporte público y comercial. Así, ofrece una completa gama de vehículos comerciales sostenibles y plataformas eléctricas, para flotas y servicios urbanos, adaptándose y evolucionando tecnológicamente con los últimos avances del sector. Una flota de cero emisiones que incluye furgonetas eléctricas, camiones de reparto y plataformas eléctricas y de hidrógeno para autobuses y camiones pesados. «Con un claro compromiso con el medio ambiente, el objetivo global de Zeroid es acelerar un cambio tecnológico a favor del vehículo eléctrico reduciendo las emisiones contaminantes del aire en las grandes ciudades y siendo parte de la solución al problema de la última milla, el gran e inminente reto de la logística», señala Orús.
Última milla sostenible
Y es que, como señala este experto, este es uno de los numerosos retos del proceso de entrega de paquetes. El ‘e-commerce’, y concretamente el B2C, es decir, la compra online con entrega directa al consumidor sigue creciendo a un ritmo de dos dígitos por año. Debido a la pandemia, en algunos productos se ha incrementado en un 70%, reforzando su crecimiento al aumentar también el número de nuevos compradores en este canal. Sin embargo, este modelo tiene un alto impacto en los hábitos de consumo, en la movilidad en las ciudades y en el medioambiente. Se calcula que las emisiones generadas por las entregas de última milla (desde las instalaciones de reparto hasta los consumidores) podrían crecer más de un 30% para 2030 en las ciudades más grandes del mundo, lo que sumará 25 millones de toneladas anuales de CO2 a las emisiones totales que provoca el cambio climático. Además, incrementará en un 36% respecto a 2020 el número de vehículos de entrega que circulan en las ciudades para 2030.
Para poner luz en este problema
se creó hace dos años en España y como iniciativa de la European Greem Week, la plataforma Entregasostenible.org, que busca poner en valor a todos los ecommerce comprometidos con la sostenibilidad y favorecer la toma de decisión consciente por parte del consumidor. A este movimiento se puede unir cualquier organización comprometida con la sostenibilidad suscribiendo un manifiesto con el que se compromete, de forma voluntaria, a poner su producto en el mercado o a transportarlos de la forma más sostenible posible, al igual que a ofrecer al consumidor información que le facilite elegir la opción más sostenible en el momento de compra, aplicando criterios como el tipo de envío, forma de entrega, la devolución o el embalaje. Las organizaciones adheridas pueden hacer uso, de forma gratuita, del sello Entrega Sostenible. De esta forma, los clientes podrán reconocer, en el momento de la toma de decisión de compra, las soluciones y los ‘e-commerce’ más sostenibles.
Y en esto, la ciclologística se vislumbra como una solución de futuro. Este es el caso de una de las primeras empresas que apostó por ello en nuestro país: Txita. «El nombre viene de juntar TXI de txirrinda (bicicleta en euskera) y TA de taxi», explica Dani Ruiz, CEO fundador y presidente de la asociación española de ciclologística. Cuenta que en sus inicios, en 2006, comenzó siendo un servicio de bici-taxi que surgió fruto de un proyecto durante su licenciatura en empresariales. «Combinaba el estudio con un trabajo arreglando bicicletas, y junto a una compañera decidimos presentar un proyecto de bicitaxis en Donosti. Lo aprobamos y salimos a cenar. Nos despedimos y cada uno volvió a su casa en moto. María sufrió un accidente y quedó en coma. En el hospital conocí a su hermano Gorka que me contó que ella había pensado en hacer realidad el proyecto. Y lo montamos con la esperanza de que al despertarse pudiéramos darle una sorpresa. Lo hizo a los tres meses, y aunque apenas recordaba su vida anterior, seguimos con el proyecto».
En 2009 se transformó, con sus triciclos adaptados para llevar paquetes, en un servicio de distribución sostenible de última milla para operadores logísticos como SEUR, DHL, MRW, GLS... «Contamos con un centro de consolidación de mercancías a donde llegan todos los paquetes y desde ahí los ordenamos por rutas para que un solo vehículos lleve todos los que corresponden a esa ruta para poder ser más eficientes. Aunque es un transporte sostenible se trata de facilitar la movilidad, y no que haya un triciclo pasando, por ejemplo, ocho veces por la misma calle en entregas diferentes cuando se puede optimizar en una», explica Ruiz quien reclama un cambio en la normativa: «Los triciclos de pedaleo asistido siguen las mismas reglas que las bicicletas o patinetes eléctricos. El apoyo del motor es como máximo de 250 W. Pero nosotros necesitamos más potencia porque llevamos 90 kilos del triciclo, 200 kilos de paquetes más el peso del conductor, unos 360kilos, y contamos con un motor pensado para unos 90». Ruiz tiene claro que muchas de las furgonetas que se mueven en centros urbanos serían sustituibles por este tipo de vehículos que favorecen una movilidad sostenible.
eVolt, primer aerotaxi
Otras alternativa es la movilidad urbana aérea, que se prevé pueda estar en marcha en 2028 gracias a innovaciones como la de Umiles Next y Tecnalia: hace tan solo dos días que su prototipo Concept Integrity, de fabricación cien por cien española, ha volado a cielo abierto sobre Jaén, su segundo vuelo libre después de que el pasado mes de septiembre sobrevolara con éxito Toulousse. Unas pruebas que se enmarcan dentro del proyecto USPACE4UAM, el consorcio europeo para la integración segura de operaciones mixtas, con vehículos tripulados y no tripulados, en entornos urbanos, con el objetivo de validar la gestión del tráfico aéreo.
El Concept Integrity eVOLT es el primer aerotaxi en España capaz de circular por las ciudades de forma autónoma y ha sido diseñado para transportar a una persona y cubrir distancias urbanas de 15 kilómetros. Por el momento, para que estas futuras aeronaves obtengan las certificaciones necesarias, deben estar tripuladas. «Nuestro objetivo es salir pronto al mercado y, por tanto, hay que definir las normas, estándares y requisitos que todos deben cumplir, en conjunto con todas las empresas involucradas en la movilidad aérea. Este tipo de iniciativas permite contemplar todos los escenarios relacionados con la seguridad, entre otros aspectos. Un gran paso que nos acerca cada vez más a la nueva movilidad», señala Carlos Poveda, consejero delegado del grupo Umiles.
Autobús compartido
A muchas de las ya conocidas iniciativas de ridesharing se suman otras como las rutas de empresas compartidas. Una idea de la startup BusUp que se inició en Barcelona y que hoy ya ofrece sus servicios en países como Portugal, México, Perú... «Gracias a nuestra tecnología con algoritmos de optimización, diferentes empresas con las mismas necesidades de transporte pueden compartir rutas», explica Pol Pau Garrido, Business Development Manager de BusUp. «Estamos presentes en seis países, contamos con más de cien clientes corporativos y movemos al año más de 650.000 pasajeros. No tenemos autobuses propios pero trabajamos con grandes empresas del sector y ofrecemos una total transparencia en la operación. Los empleados pueden reservar su plaza a través de la plataforma que optimiza la ocupación y las rutas. Con ello se logra un desplazamiento más sostenible, ya que un autobús permite retirar 33 coches de la carretera reduciendo el tráfico y la emisiones de CO2 ».
Todas estas iniciativas suponen un paso más, firme y decido, en el camino de la movilidad sostenible.
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