El nuevo impuesto al plástico, reto empresarial
Altim EPNR permite el control de todos los procesos productivos de los envases desde un punto fiscal y sostenible
El mundo avanza hacia normativas que fomentan la economía circular, el reciclaje y la reutilización de los materiales. La Unión Europea se ha propuesto como objetivo introducir tasas de reciclaje del 70-100% para 2030, y más de un millar de empresas de todo el mundo ya se han comprometido a eliminar los envases de un sólo uso para 2025. Para lograrlo, la UE ha establecido un impuesto sobre envases de plástico no reutilizables que recoge que los estados miembros deberán aportar al presupuesto europeo una contribución de 0,8 euros por kilo de residuo de plástico que no se recicle. Países como Italia ya disponen de un impuesto sobre envases de plásticos no reutilizables, y más de 400 países ya tienen previsto introducirlo. En España estamos a poco más de un mes de que, el próximo 1 de enero, este impuesto entre en vigor. Las nuevas regulaciones suponen un nuevo reto para las empresas que necesitan contar con herramientas de gestión adecuadas para tener un control del impacto social y económico, y capaces de facilitar las labores a los departamentos financieros.
EL NUEVO IMPUESTO OBLIGA A PAGAR 0,45 € POR KILOGRAMO DE PLÁSTICO NO REUTILIZABLE
Altim EPNR, producto ‘ad hoc’
«Hemos desarrollado un producto en el ERP para la gestión e impacto de este impuesto en los procesos de producción, compras y ventas, para así cumplir con los requerimientos legales y con los compromisos de sostenibilidad», explica Nines Bueno, responsable de producto de Altim, empresa que ha desarrollado un paquete específico para el entorno SAP que permite llevar el control de todos los procesos productivos de los envases desde un punto fiscal y sostenible. «Altim EPNR es un producto SAP para la gestión y el control del impuesto en todos los procesos logísticos del ERP, generando los libros de contabilidad, y existencias exigidos, así como los modelos para su presentación en la Agencia Tributaria», explica Bueno.
Este nuevo impuesto, recogido en la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, pretende fomentar que las empresas incorporen plástico reciclado en sus procesos de fabricación, importación y servicios reduciendo el consumo de los plásticos que no sean reutilizables, fomentando así una economía circular.
Sector alimentario
El nuevo impuesto, cuyo tipo impositivo es de 0,45 euros por kilogramo de plástico no reciclado es de naturaleza indirecta, recae sobre todo el territorio español y afecta a los envases no reutilizables que contengan plástico; los productos plásticos semielaborados destinados a la obtención de los envases y los productos de plástico que permitan cerrar, comercializar o presentar los envases. «Afectará principalmente al sector de la alimentación con una consecuente subida de precios y los sobrecostes en materias primas. Por este motivo, contar con las herramientas de gestión adecuadas es fundamental para un control del impacto social y económico», señalan desde Altim.
En cuanto a los agentes contribuyentes, el impuesto afecta a fabricantes, adquirentes intracomunitarios e importadores. Y para su gestión se requiere de un registro: los contribuyentes deberán inscribirse en un registro territorial, donde dispondrán de un número CIP (Código de identificación del plástico). Además, los fabricantes o adquirentes intracomunitarios deberán presentar autoliquidación mensual o trimestral. Las importaciones se liquidarán mediante la propia declaración aduanera en la que consta el peso del plástico no reciclado del producto.
Las empresas podrán realizar solicitudes de devolución: los importadores y adquirentes con derecho a obtener la devolución del impuesto (por ejemplo, por expedición de los productos fuera de España), podrán hacerlo gracias a los justificantes pertinentes. Además, los fabricantes deberán llevar una contabilidad de los productos obtenidos, mientras que los adquirentes intracomunitarios deberán llevar un libro de existencias.
Una importante y complicada gestión que Altim EPNR facilitará a las empresas para que puedan cumplir con las nuevas exigencias legales para proteger al planeta.