Hortalizas de invernadero, frescas y sostenibles
Vegetales de invernadero solar disponibles todo el año: alimento de temporada, natural, saludable y eficiente
Desde los años sesenta la superficie mundial dedicada al cultivo de alimentos disminuye unos 12 millones de hectáreas cada año. Por contra, la población mundial continúa en aumento y supera ya los 8.000 millones de personas, complicando al máximo el desafío que supone satisfacer las necesidades básicas. Por ello, la campaña Cute Solar –promovida por Aproa, Hortiespaña y AREFLH– pone en valor los invernaderos solares como un método de producción, sostenible y eficiente, capaz de cubrir las necesidades alimentarias de 500 millones de europeos durante todo el año. Frutas y hortalizas cultivadas al sol, naturales, saludables, seguras y sostenibles en cualquier época del año. Por ello, la Organización Interprofesional Española de Frutas y Hortalizas, Hortiespaña, reclama que en campañas como #ComerDeTemporada, puesta en marcha por el Ministerio de Consumo, no se «ningunee a estos cultivos de temporada y no se deje fuera a las hortalizas frescas que se producen en los invernaderos solares», puntualiza su presidente, Francisco Góngora, para quien con ello se «ignora el trabajo de 20.000 familias y las 4,5 millones toneladas de hortalizas frescas, sanas y sostenibles que se cultivan en los invernaderos solares».
Además, este sector deja claro que en un contexto de crisis energética y de elevados precios de la electricidad, el hecho de que los invernaderos solares no necesiten de sistemas de iluminación ni calefacción artificial para el desarrollo de las plantas supone no solo una ventaja competitiva, sino una apuesta por la sostenibilidad: sólo son necesarios los rayos del sol que, al atravesar las cubiertas de los invernaderos, se convierten en luz difusa que alcanzan toda la superficie de los cultivos.
Pulmón verde
Pero también se ponen en marcha otras prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente que contribuyen activamente a la lucha contra el cambio climático o la escasez de recursos. Las 36.500 hectáreas de invernaderos de Almería y de Granada actúan como un eficaz mecanismo para mitigar el incremento de dióxido de carbono atmosférico, debido a que las plantas actúan como sumideros de carbono y fuentes de oxígeno. En su conjunto, este pulmón verde es capaz de absorber anualmente el CO que emiten 280.000 coches al día. Por otra parte, se ha demostra
AHORRAN AGUA Y ENERGÍA, CONTRIBUYEN A MITIGAR EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EVITAN EL USO DE PRODUCTOS QUÍMICOS PARA COMBATIR LAS PLAGAS
do que el efecto albedo, es decir, la reflexión de parte de la luz solar en las cubiertas de plástico blanqueadas, incide en una disminución de las temperaturas de la zona.
Una apuesta por la sostenibilidad posible gracias a una innovación constante como la implementación de tecnología de precisión para el aprovechamiento del agua: a la tradicional técnica del enarenado, se suma el riego por goteo, el riego localizado de alta frecuencia controlado por sistemas informáticos o el riego interconectado a los sistemas de control del clima en los invernaderos (basados en el uso de sondas de temperatura, humedad y viento) consiguiéndose un ahorro continuo del agua.
Control ecobiológico
Los invernaderos solares del sureste son también líderes mundiales en la implantación del control biológico (repoblación con «insectos buenos» que acaban con las plagas y ya se utilizan en el 75% de estos cultivos) en lugar de fitosanitarios o pesticidas. Esta práctica incrementa la calidad de las frutas y hortalizas a la vez que favorece la biodiversidad y la sostenibilidad medioambiental.
Las cubiertas plásticas son resultado de años de investigación e innovación, y la principal razón por la que Almería se ha convertido en la mayor zona de investigación, producción y reciclaje de plásticos para invernaderos del mundo. «Con estos sofisticados plásticos es posible optimizar las condiciones en las que se desarrollan los cultivos con el menor consumo de energía», apunta Roberto García, director de Innovación Agroalimentaria de Grupo Cajamar.
Esas mejoras continuas en las estructuras exteriores de los invernaderos han permitido incrementar la productividad y optimizar recursos hídricos y energéticos. La digitalización del sector implementando sistemas de ‘big data’, inteligencia artificial, sensores, mapeo digital, tecnología ‘blockchain’, drones, ‘machine learning’, robótica… aumenta la eficiencia y la productividad de los cultivos de hortalizas frescas, naturales y de calidad con el menor uso de insumos.