La puesta de largo de la cooperación
Castellet acoge un encuentro de gestores de la Red de Reservas de Biosfera Mediterráneas para elaborar un plan estratégico
El castillo de Castellet (Barcelona), sede de la Fundación Abertis y del Centro Internacional Unesco para las Reservas de la Biosfera Mediterráneas, ha acogido el tercer encuentro de gestores de estos territorios, con la participación de Nöeline Raondry, directora de la división de Ciencias Ecológicas y de la Tierra de Unesco. El encuentro ha tenido el principal objetivo de redefinir las futuras líneas estratégicas de trabajo para consolidar esta red como una nueva red temática de Unesco (MedMaB), al igual que ya existen las globales de islas y la más reciente de montañas.
Más de 30 gestores de 8 países que forman parte de esta red se han reunido durante tres jornadas para consolidar y oficializar la Red de Reservas de la Biosfera del Mediterráneo (MedMaB), en el primer encuentro presencial después del parón causado por la pandemia. Una de las principales novedades para dinamizar el intercambio de conocimiento, ha sido la creación del Centro de Documentación, con el objetivo de recopilar, estructurar, sintetizar y difundir las experiencias adquiridas en las Reservas de Biosfera Mediterráneas. Su intención es establecerse como un espacio vivo, de almacenamiento continuo, en constante revisión y actualización y al servicio de la comunidad científica.
Proyecto ambicioso y didáctico
Elena Salgado, presidenta de la Fundación Abertis, ha destacado la importancia de esta iniciativa, puesto que «el centro presta asistencia técnica en España, pero también al resto de los países que conforman esta región mediterránea». Una asistencia que se estructura mediante actividades de formación, investigación y capacitación. «De hecho –agrega Salgado–, este castillo nunca albergó un proyecto tan ambicioso y didáctico como este que le da ahora ocupación». La agenda se ha complementado con sesiones de debate y de trabajo relacionadas con los valores y la permanencia a la cultura Mediterránea, las diferentes misiones y afiliaciones de esta Red, y la elaboración del nuevo Plan Estratégico.
Mari Carmen Romera, coordinadora del Centro MedMab señala que la nueva etapa «va a facilitar una orientación hacia proyectos que puedan recibir financiación, así como ofrecer servicios entre las reservas de la biosfera, lo que supone un paso de madurez a partir de unos objetivos estratégicos y prioridades comunes». Un ejemplo de esta orientación a proyectos financiados, en este caso con fondos europeos e impulsado desde la red MedMab, es el Erasmus + EduBioMed, el primer y único programa académico internacional relacionado exclusivamente con las reservas de biosfera, con un programa que, a juicio de la directora científica de la red MedMab, Roser Maneja, «es un buen ejemplo de conexión y diálogo entre conocimiento, universidades y personas con los territorios de forma horizontal, con el paradigma común de la conservación de la biodiversidad y el desarrollo de las comunidades que habitan las reservas de biosfera».
La experiencia contempla las reservas de biosfera como laboratorios de experimentación, gobernanza y políticas públicas donde se puedan desplegar nuevas estrategias de economía circular, energía, etcétera para dar cobertura a nuevas políticas europeas y globales. La Red MedMab se puso en marcha en 2015 con la misión de impulsar la creación de una Red de Reservas de Biosfera Mediterráneas que pudiera establecer puentes de diálogo, de cooperación y de intercambio de conocimientos y experiencias entre las reservas que se encuentran a ambos lados de la cuenca mediterránea. Actualmente, hay 74 reservas adheridas a la red que pertenecen a 17 países.
Los valores de la red Med MaB se basan en «la construcción de una comunidad o familia en la que nos apoyamos unos a otros desde la solidaridad», señala Romera. Los gestores de las reservas participantes en el tercer encuentro también definieron las bases de «una gestión adaptativa con soluciones de financiación en un enfoque de abajo hacia arriba, con criterios de igualdad, inclusión, equilibrio de género e intercambio cultural como principales elementos que construyen una cultura de paz y tolerancia, con participación e intercambio de experiencias entre países en diferentes niveles, pero que sean procesables, accesibles, útiles y eficientes».