La hermandad del Gran Poder y el convento de San Acasio
La Hermandad del Gran Poder desde su fundación por los Duques de Medina Sidonia en el año 1431 en el convento de San Benito de Calatrava, tuvo que cambiar su sede canónica por distintos motivos hasta residenciarse definitivamente en la iglesia de San Lorenzo en el año 1703. Así, en 1575 pasó a ocupar una capilla de la iglesia de Santiago de los Caballeros para, pasados trece años, 1588, lo hiciera al convento del Valle regido por la orden Franciscana. Posteriormente, ya en 1695, se trasladó al convento de la Santísima Trinidad regido por la orden de los Trinitarios Descalzos donde permaneció solamente por espacio de dos años al parecer por no querer autorizar la comunidad religiosa que se labrase una capilla con puerta a la calle. Este hecho motivó que en 1697 tuviese de nuevo que trasladar su residencia canónica, esta vez, al convento de San Acasio, actual sede del Circulo de Labradores, donde permaneció hasta 1703 en el que, por licencia otorgada por don Juan de Monroy, gobernador del Arzobispado de Sevilla, del que era titular don Manuel Arias y Porres, se residenció en la iglesia de San Lorenzo donde permaneció hasta 1965, que pasó a ocupar su actual templo.
La entrada en el convento de San Acasio fue por un acogimiento de los frailes agustinos hacia la hermandad a causa de que no tenía donde establecerse, aceptándolo los hermanos a pesar de conocer la pequeñez de la estancia donde tendría que acoplar la misma. De hecho, la celebración de los cabildos y demás reuniones tendrían que realizarse fuera del convento, a pesar de lo cual, en un cabildo celebrado el día 15 de marzo de 1699, se adoptó el acuerdo de que la hermandad “por siempre jamás” permanecería en el “colexio del Señor San Acasio del horden Nuestro Padre San Agustin”.
El convento o colegio, de las dos formas era conocido, regido por religiosos Agustinos y desde su fundación, en el año 1593, estuvo ubicado junto a la Cruz del Campo en unas casas que les donó en testamento doña Leonor de Virues, viuda del Caballero Veinticuatro de la ciudad de Sevilla. En el año 1633, como anteriormente se apuntaba, el mismo se trasladó a la calle Sierpes, donde existe una placa que relata el hecho. El convento constaba de un patio claustral y una iglesia, ambos de dimensiones reducidas, así como de dependencias y dormitorios para los frailes.
Un hecho muy importante para el colegio fue la ubicación en el mismo de la que fue la primera biblioteca pública de Sevilla en el año 1749, ya que todos los libros que poseía en su biblioteca el agustino fray Gaspar de Molina y Oviedo, fueron cedidos al citado colegio en ejecución de una sentencia firme que determinó no concedérsela a los parientes que pleiteaban por la misma. La Biblioteca permaneció en el colegio de San Acasio hasta el año 1835 en que, por la exclaustración de los frailes, los libros pasaron en 1878 a la Universidad de Sevilla tras un periplo de los mismos por distintas Casas Consistoriales que fueron su primer destino.
Finalmente, el colegio fue sede de la Academia de Bellas Artes, a la que algún autor la denominó de las Tres Bellas Artes, terminando en Casa de Correos.