ABC - Pasión de Sevilla

La entrañable verdad de Sevilla

Cómo discurre la vida de una Hermandad Sacramenta­l ‘pura’: la de San Gil

- Por Antonio Cattoni

Es la más antigua y la más modesta de todas cuantas tienen su sede en la parroquia que acogió a la Esperanza Macarena. Ha sobrevivid­o heroicamen­te a los meandros por los que ha discurrido la Historia y vive entregada a su breve universo de historias cercanas. Sus cifras no son imponentes, su patrimonio quedó mermado y no rinde culto a imágenes, pero encierra una de las claves principale­s de esta Sevilla olvidadiza y sutil: Dios es un pedazo de pan.

San Gil fue reconstrui­da tras el fuego y el odio, y su hermandad sacramenta­l resucitó, aunque en realidad nunca había muerto. La Macarena regresó... pero a su Basílica. Entonces el párroco pensó que lo mejor era que, de forma provisiona­l, la Sacramenta­l se instalara donde la Esperanza recibió oraciones. De esa provisiona­lidad se cumplen ahora 75 años. Y tan agusto. Ese estilo nacional católico de los años cuarenta aún puede percibirse en los apliques decorativo­s y en los tonos ocres de un es-

“Las hermandade­s de penitencia son fabulosas, pero antes vamos a pasar por el Santísimo. Lo conseguire­mos. Tenemos 433 años de existencia y esto debe seguir renovándos­e”.

pacio que por lo demás sugiere intimidad y cercanía. En 1936 la corporació­n perdió cuadros de la escuela de Murillo y una Inmaculada de Duque Cornejo. Hoy mantiene lo mejor: el espíritu incombusti­ble de unos cuantos locos del Sacramento, herencia directa de Teresa Enríquez. Fue ella quien convenció a su macareno confesor Fernando de Contreras para que montara en San Gil una pequeña corte a Jesús Sacramenta­do.

Antonio Fuentes es hoy el hermano mayor de esta hermandad, una de las siete magníficas que aún se mantienen fieles a su independen­cia, como sacramenta­les ‘puras’. “Aquí estamos tres hermandade­s: el Rocío, el Carmen y la Sacramenta­l. Nosotros somos más antiguos incluso que la Macarena. Nos fundamos en 1544 aunque hasta 1584 no se aprueban las reglas”. Su día grande fue el de la procesión de impedidos, el pasado día 28 de mayo. El sacerdote porta el cuerpo de Cristo dentro del copón estilo rocalla que pudo ser rescatado entre los cascotes del derruido San Gil tras el incendio: metáfora de la inexorable devoción de sus hermanos. “Salimos por la feligresía con música. Nos montan altares las hijas de la Caridad, las Carmelitas de la calle Pozo, el Rocío en la calle Parras y la Macarena en el atrio, entre otros. Es un día precioso”. El calendario de cultos se completa con la función principal el día del Corpus, la función a la Inmaculada, el

triduo de Ánimas (hermandad con la que se fusionó tras la peste de 1649) y la ‘Minerva’ del tercer domingo de mes con su procesión claustral alrededor de las naves del templo (dicen que se

“Aquí no hay costaleros, ni tambores, ni banda de música y eso es lo que atrae a los jóvenes últimament­e”.

llama así porque se celebró por primera vez en Roma sobre un templo de la diosa de la sabiduría).

La nómina de hermanos

Los martes y los sábados se reunen los nueve miembros de junta. “Se ha venido renovando y ahora tenemos incorporac­iones”. Actualment­e la corporació­n cuenta con 150 hermanos, 35 de los cuales son ‘hermanos de panteón’, que pagan su cuota para recibir sepultura en el panteón que la hermandad tiene en el cementerio de San Fernando desde 1880, junto al Cristo de las Mieles, precisamen­te en la calle Santísimo Sacramento.

La hermandad cuenta desde siempre con un pequeño espacio, suficiente para guardar los enseres que tanto valora: “el libro de reglas, el palio de Carrasquil­la, nuestros faroles y varas...”. La

sala se dobla. Arriba está la pequeña sala de cabildos donde se exponen las fotos en blanco y negro de las procesione­s de los años sesenta: Guardia Civil a caballo encabezand­o el cortejo, el Santísimo bajo una de las aperturas de la muralla que comunican la calle Macarena con la Ronda. Del armario, Antonio extrae los únicos legajos que la hermandad ha conservado de su glorioso pasado. “La mayor parte de ellos los hemos conseguido a través de un pariente de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, zapatero de la calle Feria...” Porque Juan Manuel fue el mayordomo durante años. Aparece algún testamento, cuentas, herencias, propiedade­s y capellanía­s que la sacramenta­l de San Gil disfrutó en épocas pasadas. Algunos papeles remiten a otros que ardieron en el 36 y que Juan Manuel (elegantísi­mo también en su

letra) copió con anteriorid­ad. El libro de mayordomía arranca a finales del siglo XIX, pero llega casi hasta nuestros días. Muestra solo un elocuente vacío tras los años 1937 y 1938: en la siguiente página aparecen las primeras cuentas de 1942, cuando se reabre el templo.

Mantener viva una hermandad sacramenta­l de estas caracterís­ticas es costoso. “Aquí no hay costaleros ni tambores ni banda de música y eso es lo que atrae a los jóvenes últimament­e, pero poco a poco creo que vamos consiguien­do renovarnos. Tenemos que acercar a la gente al gran misterio de

Algunos papeles remiten a otros que ardieron en el 36 y que Juan Manuel Rodríguez Ojeda (elegantísi­mo también en su letra) copió con anteriorid­ad.

la Eucaristía, que es la razón de ser del cristiano. Ahí está la clave de todo. Las hermandade­s de penitencia son fabulosas, pero antes vamos a pasar por el Santísimo. Lo conseguire­mos. Tenemos 433 años de existencia y esto debe seguir renovándos­e”. Es el testimonio de una humilde hermandad enclavada en un barrio que ha experiment­ado uno de los cambios sociales más ostensible­s de las últimas décadas. Nuevos vecinos, muchos de los cuales no tienen vínculos con las tradicione­s ni la fe toman el relevo a los macarenos mayores. Alguna que otra voz se ha alzado contra ellos, pero ellos a lo suyo (que es lo nuestro): la Sacramenta­l es necesaria para que San Gil no se quede solo en el nombre.

 ??  ?? Actual capilla sacramenta­l de San Gil, que perteneció a la Esperanza Macarena antes de 1936.
Actual capilla sacramenta­l de San Gil, que perteneció a la Esperanza Macarena antes de 1936.
 ??  ?? Elegante caligrafía y firma del artista Juan Manuel Rodríguez Ojeda, quien fuera mayordomo de la sacramenta­l de San Gil.
Elegante caligrafía y firma del artista Juan Manuel Rodríguez Ojeda, quien fuera mayordomo de la sacramenta­l de San Gil.
 ??  ?? Procesión de impedidos de los años sesenta del pasado siglo.
Procesión de impedidos de los años sesenta del pasado siglo.
 ??  ?? Procesión de impedidos hace unos cincuenta años.
Procesión de impedidos hace unos cincuenta años.
 ??  ?? La procesión de impedidos de la sacramenta­l de San Gil por la calle Parras, donde la hermandad del Rocío monta su altar.
La procesión de impedidos de la sacramenta­l de San Gil por la calle Parras, donde la hermandad del Rocío monta su altar.
 ??  ?? Salida del Santísimo bajo palio por la puerta de la calle San Gil.
Salida del Santísimo bajo palio por la puerta de la calle San Gil.
 ??  ?? El copón de estilo rocalla fue encontrado entre los escombros de San Gil tras el incendio intenciona­do de 1936. Es el que utiliza el sacerdote en la procesión de impedidos.
El copón de estilo rocalla fue encontrado entre los escombros de San Gil tras el incendio intenciona­do de 1936. Es el que utiliza el sacerdote en la procesión de impedidos.
 ??  ?? El hermano mayor Antonio Fuentes junto a miembros de su junta de gobierno ante el palio de carrasquil­la que se utiliza en las procesione­s.
El hermano mayor Antonio Fuentes junto a miembros de su junta de gobierno ante el palio de carrasquil­la que se utiliza en las procesione­s.
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 ??  ?? Libro de reglas de la corporació­n sacramenta­l de San Gil Abad.
Libro de reglas de la corporació­n sacramenta­l de San Gil Abad.
 ??  ?? Documento deteriorad­o que forma parte del exiguo pero interesant­e archivo que la hermandad ha podido reunir.
Documento deteriorad­o que forma parte del exiguo pero interesant­e archivo que la hermandad ha podido reunir.

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