Cuando no cabemos
Cómo organizan sus salidas las cofradías que no disponen de espacio
Sevilla sabe cómo hacer las cosas porque conoce desde hace siglos que las formas determinan a las cosas en cuestión. Por eso en su manera de representar la Pasión del Señor la tramoya está perfectamente engrasada. Hay capillas y templos ‘mágicos’ que parecen no tener fondo. Les contamos cómo consiguen hacer posible lo imposible utilizando insólitos espacios anejos a sus sedes.
El Baratillo: “A algunos les gusta pisar el albero antes de la estación de penitencia”.
La Semana Santa es un extraordinario espectáculo, aunque aún haya personas que se asusten por este término. El caso es que las cofradías están para verlas. Por eso realizan una implecable puesta en escena de la Pasión. Con la progresiva masificación de los cortejos, se han buscado fórmulas gattopardescas para que todo pueda seguir igual. Medidas poco apreciables desde el exterior. ¿Cómo es posible que una cofradía de centenares de nazarenos pueda salir de una angosta capilla? Todo se puede hacer si se sabe hacer. Hay muchos ejemplos de ello: San Gonzalo en las dependencias del mercado; los nazarenos del Museo formando en la calle Cepeda; los de la O en el paseo que lleva el nombre de su Virgen, junto al río; el beso de Judas en la calle Lanza o San Benito en el asilo de las hermanas de los pobres. Nosotros hemos querido destacar cuatro de los casos más llamativos por la monumentalidad o singularidad de los espacios que utilizan para montar sus tramos.
A lo largo de los callejones de la Maestranza se disponen hasta 14 sacerdotes para que los nazarenos se puedan acercar al sacramento de la penitencia.
Nazarenos manchados de albero
El 80% de los nazarenos del Baratillo forman en las dependencias de la Real Maestranza de Caballería. Es así desde tiempos de José Luis Cantalapiedra. Los tramos se disponen por la calle Circo (que es el callejón que circunda la plaza) y por las calles Iris y Gracia Fernández Palacios: el patio de cuadrillas y los alrededores de la capilla del Rosario de la Plaza de toros. Es en este íntimo lugar donde se celebra la misa previa a la estación de penitencia. A lo largo de los callejones se disponen también hasta 14 sacerdotes para que los hermanos se puedan acercar al sacramento de la reconciliación. “Los años de lluvia los tramos se forman en los bajos de las gradas. Hay megafonía preparada para que se puedan escuchar las palabras del hermano hasta la Puerta del Príncipe”, nos aclara el hermano mayor saliente José Ignacio de Arce. No es habitual, pero los nazarenos pueden acceder al albero de la plaza pidiendo permiso al personal. “A algunos les gusta pisar el ruedo antes de la estación de penitencia”.
Una vez se abren las puertas de la capilla los nazarenos abandonan el recinto de la Maestranza por el callejón trasero y entran en la sede de la hermandad a través de una puerta del antiguo almacén. De esa manera pueden pasar delante de los pasos para realizar una breve oración antes de pisar la calle Adriano. Gracias a ello la cofradía ofrece el aspecto de unidad formal y orden deseable. “Antes de existir la puerta los tramos se incorporaban al cortejo por la calle Gracia Fernández Palacios, pero actualmente lo podemos hacer saliendo de la misma capilla, cosa que entendemos que es lo mejor”.
El Baratillo renueva anualmente la petición a la Real Maestranza para utilizar sus espacios y la entidad responde de forma puntual. “Están encantados de colaborar. Por eso se han establecido lazos de hermandad entre ambas entidades”, comenta de Arce.
Un almacén con la dignidad que merece la Madre y Maestra
La hermandad del Silencio ha podido reorganizar su cortejo gracias a la cesión temporal del almacén de El Corte Inglés que linda con la Real Iglesia de San Antonio Abad. “Eso de ‘almacén’ suena un poco feo y tendremos que pensar en llamarlo de otra forma”, dice con guasa el hermano mayor Eduardo del Rey. Antes de poder contar con este nuevo espacio en el atrio del templo se concentraban casi mil personas
y eso suponía un verdadero peligro. Se pensó en una solución intermedia que solo se puso en marcha durante un año: parte de los tramos fueron formados en la sala capitular, lo que implicaba trasladar a los hermanos que visten la túnica en la casa de hermandad a las dependencias del Santo Entierro. Pero había que buscar un arreglo más o menos definitivo y... se encontró. Fue el actual mayordomo de la corporación, Amador Moreno, quien puso en marcha la iniciativa con El Corte Inglés. “Se acordó abrir una puerta de paso entre este espacio adyacente y el almacén de la capilla. El convenio establece que la puerta se puede abrir sólo una vez al año. En realidad es una doble puerta, hay una en cada uno de los lados”.
Para la madrugada el recinto se exorna con nazarenos de cartón, plantas, colgaduras y el escudo de la corporación. También se disponen bancos, búcaros y hasta un pequeño palco para que el hermano mayor pueda pronunciar el tradicional fervorín, que los hermanos siguen a través de la megafonía. Después se nombra la lista en el almacén, mientras el hermano mayor pronuncia un segundo fervorín en el atrio para los hermanos que acompañan a María Santísima de la Concepción. Así se ha conseguido reducir en unos 40 minutos el tiempo de espera del nazareno formado. Una vez que los tramos están organizados pasan al interior del templo. “Tenemos que decir que por parte de El Corte Inglés hay disponibilidad absoluta y nos ofrecen todo tipo de facilidades para poder realizar la estación de penitencia, así que estamos profundamente agradecidos”, destaca el hermano mayor.
La Estrella vuelve al antiguo convento de San Jacinto
No nos referimos exactamente a la parroquia en la que la hermandad residió hasta 1976 y desde donde
Las Aguas: La mesa de altar se traslada desde la capilla hasta las Atarazanas y en la nave central se realiza la misa previa a la estación de penitencia.
realizaba su estación de penitencia. Desde hace tres años los hermanos de la Estrella utilizan el claustro de aquel convento dieciochesco, hoy convertido en patio central del colegio Público San Jacinto. Allí se montan los primeros ocho tramos de la Virgen: cerca de 800 hermanos, poco menos de un tercio de todo el cortejo. El diputado mayor de gobierno José Luis Escamilla, admite que sin este espacio sería actualmente imposible formar la cofradía. “Anteriormente organizábamos estos tramos en el callejón del Cristo de las Penas, pero el último año que llovió nos dimos cuenta del peligro que eso suponía para nuestros hermanos, pese a que los vecinos colaboraron en todo momento y abrieron sus portales para acoger a los nazarenos”. Aquel año la hermandad procuró arreglar las cosas y se puso en contacto con la directora del centro educativo. “Desde entonces nosotros se lo solicitamos anualmente, ella lo consulta con el consejo escolar y nos reunimos. Se firma un documento que redactamos ambas partes. El Domingo de Ramos a las 14:00 h. voy con la directora a darle un repaso a todas las dependencias. Ponemos unas alfombras para que no manchen el suelo de cera y colocamos unos servicios químicos en el patio. Además acotamos la zona. El Lunes Santo vuelvo al colegio para comprobar junto a la directora que todo ha ido bien y que las dependencias se encuentran igual o mejor que antes de entrar.”
La hermandad utilizaba en principio solo el patio delantero aunque desde hace dos años se solicitó también el antiguo claustro por causa del calor. “Los hermanos se pueden guarecer del sol en los soportales y llegado el caso, también de la lluvia.” Además la hermandad habilita un sistema de megafonía que permite a estos nazarenos escuchar al hermano mayor cuando habla desde el ambón de la capilla poco antes de comenzar la estación de penitencia. Como si estuvieran allí mismo.
La catedral civil de Sevilla
La hermandad del Cristo de las Aguas no puede formar dentro de la capilla del Rosario de la calla Dos de Mayo. Imposible. Solo hay espacio para los pasos. La cofradía entera forma en la nave central de las Atarazanas, donde una vez se hicieron los barcos que surcaban el Guadalquivir y se guardaron los tesoros llegados de las Indias. “Únicamente forman en la capilla la cruz de guía con los faroles y cirios de escolta, la antepresidencia, la presidencia y las bocinas”, nos dice el hermano Mayor Antonio Arrondo.
“Antes de la reforma del teatro de la Maestranza se nos cedía un salón del teatro que estaba comunicado con la azotea de la capilla y por ahí accedían los nazarenos. Tenían que bajar las escaleras para poder salir por la puerta de la capilla. Eso era un jaleo y también una incomodidad enorme porque el espacio es muy angosto.” Después de las obras del coliseo operístico los tramos pasaron a formar en el Hospital de la Caridad, hasta que se consiguió la cesión de las Atarazanas, a través de la Dirección general de Bienes Culturales de la Junta y de la Diputación. Eso fue a mediados de los años noventa. “Una vez que el edificio ha pasado a manos de Caixabank le pedimos permiso anual-
El Silencio: para la madrugada el almacén se exorna con nazarenos de cartón, plantas, colgaduras y el escudo de la corporación.
Desde hace tres años los hermanos de la Estrella utilizan el claustro de aquel convento dieciochesco, hoy convertido en patio central del colegio Público San Jacinto.
mente a esta entidad. Se firma todos los años un protocolo con la dirección en Sevilla y se solicita respuesta a la central en Barcelona, aunque contestan rápidamente. Necesitamos entrar tres veces para meter toda la cera e insignias y organizar los tramos. El Lunes Santo los hermanos acceden al viejo edificio después de rezar ante los titulares. Allí está todo preparado. Incluso se colocan servicios químicos.”
Caixabank se encarga de la seguridad y de la limpieza , y los hermanos de las Aguas cuidan mucho el espacio. Allí se viven los momentos más íntimos de la cofradía. La mesa de altar se traslada desde la capilla y en la nave central se realiza la misa previa a la estación de penitencia y los hermanos que lo desean pueden confesar. Una vez organizado el cortejo los nazarenos salen del edificio e ingresan en el atrio de la capilla para pasar ante los titulares antes de comenzar la estación de penitencia.
Parece que la realidad de las Atarazanas va a comenzar a cambiar en breve y ante la posibilidad de que la hermandad no pueda volver a utilizar el edificio, la Junta de gobierno baraja varias alternativas que pasan por volver a ubicar los tramos en la calle Temprado o en las naves y patios de la Caridad. Todo está por ver.