Torreblanca, un barrio entero a la Catedral
El para próximo presidir día el 19, Vía el Cautivo Crucis saldrá de las de Santa Cofradías, Marina el acontecimiento más importante en la historia de esta hermandad que en solo 25 años se ha convertido en el nexo de unión del barrio con más paro de Sevill
En la década de los cuarenta comenzó a surgir un núcleo poblacional en las afueras de Sevilla para la construcción del Bajo Guadalquivir. En lo que entonces se conocía como Torreblanca de los Caños se asentaron campesinos de zonas rurales y numerosos presos políticos del franquismo. Desde su origen, este barrio del extrarradio ha estado ligado a la construcción. De hecho, hay quien llegó a conocerlo como “el barrio de los albañiles”, una zona que, a mediados de los 90, llegó a tener en funcionamiento una veintena de polveros. Sin embargo, la crisis del ladrillo reciente terminó destruyendo el empleo y, al menos hasta hace dos años, sólo quedaban dos polveros en activo.
Torreblanca, tras la crisis, se convirtió en el corazón del paro en Sevilla. Alrededor del 48% de su población está desempleada, un 60% en lo respectivo al paro juvenil. Una cifra escandalosa, a la que se le suma el índice de abandono escolar y la cada vez mayor población joven, que ahora paga las escasas opciones de reconversión en un mercado competitivo: aunque en los últimos tiempos se ha relanzado, el vagón de cola aún no ha salido de la estación.
Es en este contexto en el que se mueve una hermandad como la de los Dolores. La decana de las vísperas va a cumplir el año que viene las bodas de plata de su fundación. 25 años en los que su objetivo primordial es la vertebración de Torreblanca, como nexo de unión de un barrio donde verdaderamente hace falta una hermandad. Dos décadas y media siendo ejemplo de solidaridad batiendo récords en donación de sangre y con una función social importantísima.
Ahora, en 2018, a Torreblanca le ha llegado el justo premio de presidir el Vía Crucis de las Cofradías organizado por el Consejo. Será, sin lugar a dudas, el acontecimiento más importante para la corporación en su historia. Su hermano mayor, José Manuel Romana, relata que “la hermandad de los Dolores es por y para el barrio, no se concibe Torreblanca sin su cofradía ni ésta sin Torreblanca”. Es por ello por lo que tienen claro que donde deben realizar la estación de penitencia es cada Sábado de Pasión por las calles del barrio, y no a la Catedral, por mucho que pudieran salir de otra sede.
Sin embargo, lo que ocurrirá el próximo 19 de febrero con el Vía Crucis será que ese barrio que tan-
Cuando esas puertas se abrieron, yo no me esperaba tanta gente esperando a la hermandad.
to necesita al Cautivo acompañe desde Santa Marina hasta el templo metropolitano a su Cristo. “Tenemos reservas de unos 300 hermanos para sacar su papeleta, cuyo reparto comienza el día 5 de este mes, pero esto se va a desbordar aunque sea un lunes laborable”, comenta el hermano mayor. Hay que tener en cuenta que “el 99%” de los 1.700 hermanos que tiene la corporación viven en Torreblanca y otros viven ahora fuera pero vuelven cada Sábado de Pasión a vestirse de nazareno, junto con sus hijos.
El arraigo de la hermandad en este tiempo ha sido “brutal”, según indica José Manuel Romana, que
añade que además de su función social su cofradía ha servido para la evangelización. Sin embargo, el hermano mayor considera que “se ha estigmatizado el barrio con el tema de la marginalidad y la hermandad ha ayudado a que se conozca la realidad social. Torreblanca se bloquea el Sábado de Pasión, si tiene un censo de 35.000 habitantes, creo que todos salen a ver o participar en su cofradía, más los que vienen de fuera. Me llama la atención que los niños que se hicieron con 6 o 7 añitos hoy tienen treinta y tantos y apuntan a sus hijos”.
La acción social
Cuando a Romana se le pregunta por acciones concretas en materia de asistencia social prefiere decir que “ayudamos lo que podemos, pero de una manera muy calladita y humilde”. Dice que “la bandera de Torreblanca es la donación de sangre” y que el diputado de Caridad y el de Juventud tienen un trabajo muy importante. La hermandad tiene un grupo joven “fuerte, con muchos niños comprometidos y que participan en todo lo que hacemos: el cartero real, la re- cogida de alimentos…” Trabajando siempre pero “sin airearlo mucho”.
El hermano mayor afirma que a veces se reúne con hermanos que tienen “problemillas” y se les soluciona. Allí llega parte de la demanda del barrio, pero “al haber dos parroquias donde funcionan muy bien las cáritas, nosotros colaboramos en lo que hace falta, al igual que con el comedor de los niños”.
El Vía Crucis
Ahora llega el momento de llevar con orgullo al Cautivo a la Catedral, siendo no sólo el estandarte del barrio, sino también del resto de las hermandades de vísperas, de las que es decana, y cuyas cofradías se integrarán en el cortejo no sólo como portadores de las andas.
25 años siendo ejemplo de solidaridad batiendo récords en donación de sangre y con una función social importantísima.
Romana recuerda cómo fue la apertura de las puertas en 1995, cuando salió por primera vez la cofradía con nazarenos: “Era la ilusión de unos jóvenes que sacaban una cruz de mayo y vieron cumplido un sueño. Cuando esas puertas se abrieron, yo no me esperaba tanta gente esperando a la hermandad. Imagínate, nazarenos por Torreblanca…” Ahora, esos valientes fundadores son padres y abuelos de una nueva generación de jóvenes que ven en la hermandad su gran baluarte y el ejemplo del tesón para conseguir los retos.
Quién sabe si lo que se celebrará el próximo día 19 no será una manifestación piadosa y elegante para demostrar la idiosincrasia de un barrio cuya humildad se ve reflejada en la cara del Cautivo. Ésta es la verdadera Semana Santa del siglo XXI.