Cuatro siglos de Amor
La hermandad del Amor celebra en 1618 un doble aniversario: el IV centenario de la hechura del Crucificado y la fusión de las hermandades del Socorro y de la Entrada en Jerusalén.
1. La fusión.
23 de marzo del año del Señor de 1618. “En el nombre de Dios, amén. Sepan cuantos esta carta vieren como los alcaldes y cofrades de la Cofradía y Hermandad de Nuestra Señora del Socorro y el Amor de Cristo e Patrón de España Santiago… Y nos, los alcaldes y cofrades de la Cofradía y hermandad de la Entrada en Jerusalén … decimos que estando como están ambas cofradías sitas en el monasterio de Nuestras Señora de la Consolación de esta ciudad, que es de la orden Tercera de San Francisco… el padre Fray Francisco de Arjona, consultor del Santo Oficio, ha ordenado que ambas cofradías se junten en una, lo cual nosotros hemos tenido por bien respecto de la notoria utilidad que ambas a dos cofradías se sigue…”
2. Juan de Mesa y el Crucificado.
Sevilla, 13 de mayo de 1618. “Sepan cuantos esta carta vieren como yo, Juan de Mesa, maestro escultor y arquitecto, vecino de esta ciudad de Sevilla en la collación de San Martín… Me obligo a hacer y acabar en toda perfección y la vista de maestros que lo entiendan una hechura de Cristo Crucificado que tenga de largo dos varas, antes más que menos, medidos desde el calcañal del pie hasta la punta del cabello, de madera de cedro y la cruz en que ha de ir crucificado ha de ser de borne…”
3. Virgen del Socorro.
“…Y una hechura de imagen de Nuestra Señora que sea de altura de dos varas con sus manos y sus brazos de goznes, hasta medio cuerpo la escultura, la cual ha de ser de tristeza, acabada a toda perfección, y a vista de oficiales que de ello entiendan, lo cual tengo que hacer y acabar en toda perfección. Y comenzaré a hacer la dicha obra desde mañana lunes que se contaran catorce de este mes de mayo, y lo habré acabado y entregado para quince días del mes de agosto de este año, quince días más o menos…”
4. Sagrada Entrada en Jerusalén.
El pasaje evangélico que da inicio a la Pasión es origen de una de las hermandades fusionadas en 1618. Un pasaje barroco, del que se conoce la realización del misterio en la década de 1670, etapa de revitalización de la cofradía tras las crisis de la epidemia de peste. Un misterio que mantiene su imagen titular y que conoció en el siglo XIX la intervención de auténticos especialistas en el montaje de obras teatrales. Gran teatro de la ciudad en el pasaje que da comienzo a la Semana Santa y que es símbolo del Domingo de Ramos.
5. Las andas del Crucificado.
Año 1694. “Sépase como yo, Francisco Antonio Gijón, maestro escultor, vecino de esta ciudad de Sevilla en la collación de Santa Lucía, otorgo que estoy convenido y concertado con el mayordomo y demás hermanos de la cofradía de la Entrada en Jerusalén y Amor de Cristo, sita en el convento de Nuestra Señora de la Consolación… en tal manera que de ser obligado… de hacer una urna del Santo Cristo Crucificado, de madera de cedro, que ha de llevar cuatro Evangelistas y cuatro historietas metidas en sus tarjas con dos ángeles a los lados de las historia, y cuatro ángeles a las esquinas, toda entallada, y un pelícano al pie del Santo Cristo, todo a costa y precio de trescientos ducados de vellón…”
6. Luces y sombras.
En el siglo XVIII, en el llamado Lustro Real, la hermandad hizo un gran esfuerzo en 1729 para estar a la altura de la Corte de Felipe V, por entonces instalada en Sevilla. Siglo de luces y sombras, con la inestabilidad provocada por las disposiciones ilustradas que intentaron acabar con su cuerpo de nazarenos y con la concepción barroca de la Semana Santa. Siglo que acabó en 1800 con una epidemia de fiebre amarilla que motivó la salida extraordinaria del Cristo del Amor.
7. Siglo XIX.
Invasiones, guerras, mudanzas, penalidades y hasta esplendor. Así fue el siglo para la hermandad. Ocupado el templo de los Terceros por los franceses, pasó a la iglesia de san Miguel, donde recibiría el apoyo de la monarquía en las figuras de Fernando VII o de Isabel II. La Revolución de 1868 y el derribo de san Miguel condenaron de nuevo a la hermandad a una precariedad de la que se sobrevivió gracias a actuaciones como la de la hermana María Jesús del Amor Pérez. A la llegada del nuevo siglo, en 1900, la corporación se reorganizaba en san Gregorio.
8. Siglo XX.
Tras pasar por San Pedro y Santa Catalina, la estabilidad y el esplendor llegaron en 1922 con el traslado al templo del Salvador. En su fachada se colocaría el gran retablo cerámico de Enrique Mármol y allí se vivirían los cambios de un siglo frenético: túnicas definitivas, división de los cortejos o llegada de los hermanos costaleros a una hermandad que se convertiría en el Alfa y el Omega del Domingo de Ramos.
9. Bordados únicos.
En abril de 1957 se bendecía el manto bordado realizado por el taller de Concepción Fernández del Toro, una de las joyas del bordado de la Semana Santa del siglo, según el diseño de Joaquín Castilla Romero. Supondría la concesión de la medalla al Mérito del Trabajo para el taller. La obra se culminó en 1964 con el estreno del palio sobre malla de oro que bordó también Conchita Fernández en las dependencias de la hermandad.
10. Tiempo de celebración.
En 2018, la hermandad del Amor celebra dos importantes efemérides con un amplio programa de actividades y publicaciones. La gran exposición mostrada en el Ayuntamiento con su patrimonio se completa con un documental producido por Imaginason en el que se condensan cuatro siglos de historia con impactantes imágenes acompañando una narración histórica en la que no falta la devoción y la emoción. La publicación de un gran libro histórico también se anuncia como punto y seguido de una larga historia de Amor.