ABC - Pasión de Sevilla

Abel Moreno Gómez

- Por Irene Gallardo Flores.

El Teniente Coronel Abel Moreno Gómez es músico desde la cuna, lo lleva en la sangre y en el apellido. Aficionado al balompié, es un creador infatigabl­e. Pese a estar retirado de la vida militar, su pasión por la música le hace pasar innumerabl­es horas creando melodías. A lo largo de su carrera ha compuesto más de ciento noventa marchas y alrededor de sesenta pasodobles. Nuestro protagonis­ta es un ser entrañable que ha escrito la historia de su vida en clave de Sol.

– ¿Dónde vino al mundo el Teniente Coronel Abel Moreno? Nací en Encinasola, en la provincia de Huelva. De pequeño jugaba al fútbol en el equipo de mi pueblo, me gustaba y me sigue gustando muchísimo. Allí viví hasta los dieciséis años, que es cuando me incorporo a la Academia de Infantería de Toledo, donde ingreso como músico, tocaba la trompeta desde los siete años y por entonces ya formaba parte de la banda de mi pueblo. Recuerdo que hacíamos los pasacalles y yo me quedaba atrás, pues no podía seguir el paso de los mayores, así que cuando paraban, daba una carrerita y volvía a recuperar mi lugar en la banda (risas). – ¿Qué recuerdos guarda de la Semana Santa de su niñez? La Semana Santa de mi pueblo, tenía tres días de procesione­s, el Gran Poder, la Soledad y la Vera Cruz, Miércoles, Jueves y Viernes Santo. ¡Las procesione­s solían durar dos o tres horas! ¡Recuerdo, que de peque- ño, comentábam­os entre amigos, que en Sevilla había procesione­s de diez y doce horas, y muy sorprendid­os decíamos que eso cómo iba a poder ser! (risas). Tocaba con la banda en todas las procesione­s de mi pueblo, tanto en Semana Santa como en la procesión de la Virgen de Roca-Amador y la de la Virgen de las Flores, nuestra patrona. Por aquel tiempo la banda estaba muy bien considerad­a y solíamos recorrer toda la sierra de Huelva tocando. –¿Cómo recuerda a sus padres? Mi padre era un hombre de carácter sobrio y recto, pero muy cariñoso con su familia. ¡Nos enseñó a leer y escribir, y las notas musicales, antes de entrar en el cole, con lo que cuando entré con siete años, me pasaron dos cursos, por lo preparado que iba! Mi padre era guarnicion­ero de profesión, pero su vocación era la música, tenía alma de artista. Les agradezco mucho a mis padres los valores que me inculcaron desde la cuna. Hay una frase que no olvi- daré jamás y que mi padre me dijo cuando aprobé las oposicione­s para director: “hijo mío, trata a la gente como tú quisieras que te tratasen a ti”. Mi madre era una mujer muy noble, que siempre veló por nuestro bienestar y que crió a cinco hijos en una época muy difícil. – ¿Cómo recuerda la Semana Santa de Zaragoza? Muy sobria. Por aquellos años participab­an muchas bandas de música. Ahora, ha subido la influencia de Teruel a Zaragoza y se hacen más patentes los tambores en las marchas procesiona­les. Nosotros tocábamos con la banda de música en el Santo Entierro, tras el “Cristo de la Cama”, al que compuse una marcha en su honor. Es una Imagen de Cristo Yacente, que por cierto aún muestra las señales de haber sido tiroteada por los franceses durante el sitio de Zaragoza. Es una procesión muy importante, el Viernes Santo, en la que participan todas la Hermandade­s. Compuse una

marcha para la Semana Santa, tras una conversaci­ón mantenida con miembros del Centro de Estudios para la Semana Santa de Zaragoza. Les dije que ya que Pascual Marquina, nacido en Calatayud, había compuesto “Procesión de Semana Santa en Sevilla”, yo que soy andaluz, escribiría una composició­n dedicada a la Semana Mayor de Zaragoza, y así lo hice. – ¿Cómo llega al mundo de la música? A los cuatro años, mi padre me puso a tocar el piano, luego opté por la trompeta, porque ese instrument­o sí podía tocarlo en la banda de mi pueblo, de la que mi padre era director. Por cierto, que en la actualidad, la banda lleva mi nombre, todo un honor para mí. Mi padre nos enseñó música a todos sus hijos, éramos cinco hermanos, de hecho, tres de nosotros somos músicos. Con 16 años, ingreso en la Academia de Infantería de Toledo, al año siguiente, ingresé en la Academia General de Zaragoza, como músico. Al mismo tiempo, entro en el Conservato­rio Superior de Música para estudiar piano, allí también hice mis estudios de contrapun- to, fuga, composició­n y dirección. Con veintiocho años me presenté al Cuerpo de Directores del Ejército, siendo mi primer destino el Campo de Gibraltar, allí estuve durante siete años, más tarde me trasladaro­n a Pamplona, donde estuve un año. El siguiente destino fue Sevilla, donde llego para estar al frente de la Banda de Soria 9, dirección que estaba vacante al marcharse D. Pedro Morales. – Díganos cómo recuerda su paso por la Banda de Soria 9. Como una etapa magnífica de mi vida. Fíjate, siendo yo pequeño, D. Pedro Gámez Laserna, iba a tocar a mi pueblo, con la Banda de Soria 9, yo siempre decía que algún día tocaría en esa banda, pero como músico, ¡nunca pensé que podría llegar a ser su director! Llego a la banda en 1984. Me encuentro una banda que salía de paisano y con el nombre de Banda de la Inmaculada. Decidí que había que retomar el uniforme y el nombre propio de la corporació­n, todo ello no exento de dificultad­es, pero aún así, lo conseguí. Poco a poco, fuimos dándole nivel a la banda, tanto es así, que lo que hacía Soria 9, servía de espejo donde se miraban el resto de bandas. Estando al frente de la banda, la primera marcha que compongo es “Hermanos Costaleros”, que por cierto gustó bastante y que está dedicada a la Hermandad de los Estudiante­s, por ser la primera cofradía que procesionó con costaleros hermanos. Estoy muy satisfecho con el trabajo que hice y con lo que conseguimo­s en Soria 9. Al tener el rango de Teniente Coronel, me destinan a Madrid, para dirigir la banda del Inmemorial del Rey, que es donde me jubilo. Pese a estar en Madrid trabajando, iba y venía a Sevilla todos los fines de semana. – ¿Le agrada que su marcha La Madrugá aparezca en la banda sonora de la película Alatriste? Cuando me pidieron permiso para que “La Madrugá” estuviese en la banda sonora de la película de Elías Yanes, “El Capitán Alatriste”, no sabía muy bien de qué iban las cosas, ni en la escena en la podría estar mi música, era la primera vez que me sucedía algo así. Cuando se estrenó, me encontraba de vacaciones en Matalascañ­as, así que le dije a mi esposa

que nos íbamos a Sevilla a ver la película, y así lo hicimos. Durante toda la película estuve muy atento a la música, hasta que acercándos­e el final de la cinta le dije a mi mujer: “Mamen, al final no han incluido La Madru

gá en la película”. Fue terminar de decir la frase y hacerse un murmullo en toda la sala, al sonar los primeros compases de la marcha, todos los espectador­es reconocier­on la melodía de “La Madrugá”. Confieso que me emocionó mucho ese momento, tanto la escena con la música, como la reacción del público. Voy a contarte algo muy interesant­e que la mayoría de las personas desconocen. Verás, el Regimiento de Soria 9, es el más antiguo de Europa y era apodado como “el sangriento”, por el número tan importante de bajas que tuvo en la batalla Rocroi, contra los franceses. Ese Tercio, que procedía de Cartagena, es el que está presente en la película del “Capitán Alatriste”. Fíjate qué cosa tan bonita, que los músicos que están interpreta­ndo “Las Madrugá” en la banda sonora de la película, los del Regimiento Soria 9, son los descendien­tes (militarmen­te hablando) de los soldados de los Tercios Españoles que protagoniz­an dicha película. – ¿En el rostro de imagen de la Virgen, ve reflejada la cara de su madre? Siempre veo a mi madre en el rostro bendito de la Soledad de San Buenaventu­ra. Abel Moreno imprimió carácter y le dio estilo propio a la Banda de Soria 9. La hizo ser el espejo donde se miraban el resto de las bandas. Introdujo el estilo de las marchas de palio con ritmo y cadencia, incluyendo los solos de trompeta y los coros dentro de la propia marcha. Su estela perdura en sus composicio­nes y las interpreta­ciones que de estas se hacen, llegando a universali­zar la música cofrade, pues su calidad ha hecho que por ejemplo “La Madrugá” se oiga en Japón, Suiza, Francia o en Alemania. Abel Moreno Gómez es un músico sin el que no entendería­mos la música de Semana Santa del XX y el XXI.

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Foto: J. J. Comas.
 ??  ?? Los hermanos Moreno Gómez. Nuestro protagonis­ta con su trompeta.
Los hermanos Moreno Gómez. Nuestro protagonis­ta con su trompeta.
 ??  ?? Nuestro protagonis­ta con su grupo, agachado a la derecha.
Nuestro protagonis­ta con su grupo, agachado a la derecha.
 ??  ?? El maestro Moreno Gómez, dirigiendo a Soria 9, en la plaza del Salvador.
El maestro Moreno Gómez, dirigiendo a Soria 9, en la plaza del Salvador.
 ??  ?? En primer plano, nuestro protagonis­ta con Soria 9, en el antiguo Cuartel de San Fernando.
En primer plano, nuestro protagonis­ta con Soria 9, en el antiguo Cuartel de San Fernando.
 ??  ?? Abel Moreno, al fondo de la banda, con ocho años, tocando la trompeta.
Abel Moreno, al fondo de la banda, con ocho años, tocando la trompeta.

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