Esto sí que funciona
Unestudio de la Fundación Kovacs desacredita la mayoría de las técnicas utilizadas para tratar el dolor de espalda
Si su dolor de espalda mejoró después de recibir un tratamiento de estimulación eléctrica, por ejemplo, lo que comúnmente conocemos como corrientes, es una mera anécdota sin significación estadística o quizás se deba simplemente al curso natural de su padecimiento, que hubiera ido a mejor sin ninguna intervención, porque esta técnica es inefectiva, según el dovtor Francisco Kovacs, que recientemente presentó, con el respaldo de la Organización Médica Colegial, un estudio sobre los recursos destinados a tratamientos inefectivos para el dolor de espalda, hombros y cuello, publicado en la revista «Biomed Central Musculoskeletal Disorders». Tampoco le irá mejor con la onda corta ni con la más reciente aplicación analgésica del láser. Ni siquiera las manos expertas de un fisioterapeuta podrán ayudarle. Estos profesionales sólo tendrán oportunidad de demostrar su pericia si lo que le duele es el cuello o el hombro.
Ante estos datos, resulta difícil no recordar a Molière, que sospechaba que había dos tipos de enfermedades, las que se curan solas, y por tanto no necesitan médico, y las que no se curan de ninguna manera y en las que huelga la intervención de los galenos. ¿Ante cuál de los casos estamos en el dolor de espalda? Difícil respuesta a la luz de este estudio.
En realidad, «no se evaluó la eficacia de ningún tratamiento rehabilitador. Los estudios que los evaluaban ya estaban disponibles previamente. Se han cuantificado los recursos públicos destinados a tratamientos que de acuerdo con la evidencia científi- ca disponible carecían de fundamento o eran comprobadamente inútiles » , aclara Kovacs. Dentro de los recursos públicos destinados entre 2004 y 2007 a la rehabilitación de cuello, espalda y hombro en Canarias, añade, « el 60% se empleó en pagar tratamientos carentes de fundamento. Y los demostradamente inútiles supusieron el 27.5% » . Lo ilustra con algunos ejemplos de ineficacia: la tracción lumbar o el TENS para el dolor lumbar, y la magnetoterapia o la iontoforesis para el dolor cervical.
Vuelta a lo tradicional
Lo mejor es olvidarse de las técnicas y los aparatos y volver a lo tradicional, la práctica de ejercicio y la movilización manual, es decir, los movimientos que practican los fisioterapeutas, en determinados casos. Y por la cuenta que nos trae, seguir al pie de la letra las medidas para prevenir las dolencias de espalda, cuello y hombros, la zonas que más se cargan, ya sea con peso o con problemas. En total, entre un 50 y un 70% de las personas consultan a su médico por esta causa.
Para Kovacs, da igual la respuesta fisiológica que las técnicas que se aplican desencadenen. Una cosa es el efecto que puedan tener y otra la efectividad que demuestren: