ESCUELA DE SALUD PÚBLICA DE LA UNIV. DE HARVARD Nuevos y viejos males nos acechan por la agresión «sin precedentes» a la Naturaleza, advierte Bernstein
Que el cambio climático está afectando a nuestra salud es algo que hoy día es difícil de discutir. Influye en la calidad del aire, del agua y en la disponibilidad de alimentos, dice Aaron Bernstein, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EE.UU.). «Acontecimientos extremos como olas de calor, sequías e inundaciones tienen un efecto muy negativo sobre la salud humana, tanto física como psíquica, especialmente entre los niños», explica. La cuestión no es ya, reconoce, si el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad nos afecta, sino «cómo podemos protegernos».
Cuando se le pregunta sobre efectos del cambio climático sobre la salud humana, Bernstein responde que el cambio climático afecta sus tres ejes principales: comida, agua potable y calidad del aire que respiramos. Como pediatra, dice, «observo que el cambio climático es un grave problema para los niños asmáticos. Hemos comprobado que el efecto negativo sobre la salud del ozono, uno de los contaminantes más presentes en los países industrializados y más dañino para los niños asmáticos, se ve potenciado con el calor». Así, explica, si exponemos a un niño con asma a la polu-
NUESTRA SALUD, PRESENTE Y
FUTURA, DEPENDE DE LA BIODIVERSIDAD»
ción por ozono y a un aumento de la temperatura, su cuadro asmático empeorará. Y eso, comenta, no es algo que va a pasar en un futuro, « sino que ya está sucediendo en los países industrializados, donde la prevalencia y las muertes por asma están aumentando desde hace 20 años».
Lo mismo pasa con la calidad del agua; por ejemplo, en Estados Unidos se han producido recientemente brotes epidémicos de la bacteria E. coli. Sabemos, dice Bernstein, que los grandes brotes de este tipo desde hace 50 años están asociados a lluvias torrenciales. «Las bacterias, llegan a los ríos y contaminan el agua que bebemos».
Porque, destaca Bernstein, nuestra salud, la presente y la futura, depende de la biodiversidad, « de los alimentos que comemos, de las medicinas que tomamos, de cómo entendemos nuestro comportamiento frente a una patología e incluso frente a las infecciones que podemos sufrir. Y, cuando desaparece la biodiversidad se pierden también estos recursos que, muy probablemente, no vamos a poder sustituir».
Más enfermedades
¿Y qué supone esto para nuestra salud? «Más enfermedades, nuevas y viejas». Por ejemplo, explica, nos encontramos con bacterias resistentes a nuestros antibióticos porque al emplearlos, bien o mal, «hemos ido seleccionando a los más resistentes; los que permanecen hoy día, los que no hemos matado, son los más fuertes » . Entonces, esta reducción en la biodiversidad de microorganismos hace que hoy seamos mucho «más vulnerables a los cambios que se producen en el entorno en el que vivimos».
Bernstein advierte que no sólo tenemos bacterias o virus que se han hecho resistentes, sino también habrá nuevas infecciones. Por ejemplo, el SARS o la gripe H1N1: «estamos cambiando la Naturaleza de tal manera que estamos permitiendo que las infecciones se muevan y pasen de una especie a otra». «Hemos agredido a la naturaleza de una forma que no se había hecho nunca antes»
Hacia la sexta gran extinción
Por ejemplo, indicó este experto durante una jornada científica organizada por la Fundación Roger Torné y la Obra Social la Caixa, « como médicos llevamos tratando las infecciones con antibióticos desde hace años. Hace 50 años podíamos usar penicilina, pero hoy día hay que emplear antibióticos de tercera generación, porque la bacteria se ha convertido en multirresistente. En muchos casos, es la misma especie, pero su genética ha cambiado. Y es por esta disminución en la biodiversidad de la genética por la que tenemos muchos problemas que afectan a la salud».
Basándonos en las mejores estimaciones científicas podemos asegurar que el ritmo al que se va a extinguir las especies hoy día es « mil veces más rápido del que se han extinguido las especies antes de la aparición del hombre en la tierra » . Así, los científicos describen el periodo actual como la «sexta gran extinción en la tierra». ¿Qué podemos hacer? Dos cosas: «primero adaptarnos porque ya está ocurriendo, pero también admitir que las emisiones de gas invernadero son responsabilidad nuestra».