A la búsqueda de marcadores
La enfermedad inflamatoria más frecuente en una consulta de Reumatología es la Artritis Reumatoide que afecta en España al 0,5% de la población, seguida por enfermedades inflamatorias que afectan a la columna como las espondiloartritis y la artritis psoriásica. Su impacto es importante porque además de la afectación articular pueden afectar a otros órganos como el ojo, el intestino, la piel o el pulmón. Otro grupo de enfermedades reumáticas, afortunadamente menos frecuentes, pero no menos importantes, son las autoinmunes sistémicas. La doctora Rosario García de Vicuña, Jefe de Servicio del Hospital Universitario La Princesa, explica el papel de las terapias biológicas en su tratamiento, que en muchos casos han supuesto la primera alterativa terapéutica real. —¿Qué son las terapias biológicas y para qué sirven? —Son fármacos obtenidos por biotecnología a partir de tejidos, células o fluidos de origen humano o animal y otros elaborados por procesos tecnológicos complejos en bacterias y virus. Inhibe o regulan de forma específica mecanismos del sistema inmune, inflamatorios o genéticos que intervienen en la producción de enfermedades tan variadas como el cáncer, el rechazo de trasplantes, la osteoporosis o las enfermedades inflamatorias crónicas. Su objetivo es detener la enfermedad contrarrestando las actuación nociva del sistema inmune o restaurando sus funciones alteradas. Se persigue es la remisión, que significa suprimir los síntomas y devolver al paciente la calidad de vida previa a su enfermedad. —¿Quélas diferencia deotros tratamientos? Existen muchas diferencias respecto a los fármacos tradicionales, por la mayor complejidad y diversidad de las moléculas, desde anticuerpos monoclonales a proteínas de fusión. Su elaboración y el desarrollo clínico son mucho más complejos. También es diferente la administración, que es subcutánea o intravenosa en Hospitales de Día, y los intervalos entre dosis varían de días a semanas. —¿Qué pacientes se pueden beneficiar? En general son los pacientes más graves o con enfermedad más agresiva. El mayor reto es identificar precozmente a los que más se van a beneficiar con un riesgo/beneficio asumible. En este sentido camina la investigación de los llamados biomarcadores, características del propio paciente o de la enfermedad que pueden detectarse en sangre, una biopsia o genéticos. Se asocian con una respuesta mejor o más segura. —¿Es peligroso dejar la medicación? Sí. La recaída es la norma sin la estrecha supervisión de un médico. Hay que reducir o desintensificar de forma progresiva la administración, después de alcanzarr una respuesta terapéutica bien definida.
SON FÁRMACOS OBENIDOS DE TEJIDOS QUE REGULAN EL SISTEMA INMUNE HAN SUPUESTO UN ANTES Y UN DESPUÉS EN EL TRATAMIENTO DE LA ARTRITIS REUMATOIDE