Mucho más que ejercicio
El método Pilates no es solo el entrenamiento de moda. Ayuda a perder peso, mantiene en forma y además se ha convertido en un apoyo más en la lucha de enfermedades como el cáncer o el autismo
Con una lesión de espalda de nacimiento y serios problemas de movilidad, además de dolor, a María Luisa Cuervo ( 53 años) le cambió la vida cuando empezó a practicar el método Pilates. Después de peregrinar por distintos especialistas, unidades de Espalda y del Dolor, sin mucho éxito, descubrió que la solución a sus problemas de salud pasaba por ejercitar sus doloridos músculos, que la habían llevado ya a solicitar una baja laboral. Fue una recomendación del doctor Kovacs, resalta, «al que estoy muy agradecida. Me animó a hacer ejercicio y como tenía un centro de Pilates muy cerca de casa decidí probar». Con pocas expectativas respecto al resultado, admite, escasa predisposición al ejercicio y un problema de sobrepeso decidió acudir a una clase de prueba con el convencimiento de que seguramente no volvería. Sin embargo, han pasado ya seis años desde aquella clase de prueba y sigue acudiendo puntualmente a su cita semanal y afirma con rotundidad que le ha cambiado la vida.
Qué hizo que se enganchara a esta saludable práctica: «Tenía un profesor personalizado que adaptaba los ejercicios a mi posibilidades físicas. A los tres meses empecé a notar mejoría. Utilizaba también parches para el dolor prescritos por el doctor Kovacs y junto con el ejercicio que hacía en el gimnasio pude volver a trabajar y moverme con más facilidad». Además, explica, ha bajado peso y no tiene ni un michelín. Está tan agradecida por su mejoría al gimnasio donde acude y a su profesor, que no quiere dejar pasar la oportunidad de que conste por escrito. La práctica de esta saludable forma de ejercicio la tiene presente en el día y ahora es más consciente de su forma de moverse y sobre todo de su postura, ya esté preparando la comida, en el trabajo o conduciendo, asegura.
Un testimonio que le resultaría familiar a Joseph Herbertus Pilates, el fundador hace casi un siglo de esta técnica tan extendida en la actualidad y que consiste en realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento. El objetivo, aseguraba su creador: reforzar y tonificar los músculos, mejorar la postura, ganar en flexibilidad y equilibrio y mejorar la relación mente- cuerpo. Mantenía que para alcanzar la felicidad es imprescindible dominar el cuerpo. «Si a los 30 te sientes anquilosado y en baja forma, eres “anciano”. Y si a los sesenta te sientes ágil y fuerte, eres “joven”».
Pilates sabía de lo que hablaba. Su infancia había estado marcada por el asma y las fiebres reumáticas. Para contrarrestarlo, estudió el cuerpo humano y se volcó en la práctica de deportes para fortalecer el suyo. Y le dio buen resultado, se convirtió en un buen atleta, nadador y boxeador. Con el tiempo se convirtió en el entrador personal de Scotland Yard.
Ni siquiera los tiempos adversos de la Primera Guerra Mundial lograron desanimarle de su propósito de mantener en forma el cuerpo para alcanzar una buena salud. Y fue en los campos de concentración, en los que estuvo recluido y en los que trabajó como enfermero, donde sentó la bases de su hoy archiconocido método. Su intención era adiestrar a los internos en defensa personal para mejorar su estado físico por medio de una serie de ejercicios sobre el suelo especialmente diseñados para el reducido espacio del que disponían y la escasez de medios.
Posteriormente fue traslado al campo en la Isla de Man, donde trabajó como camillero. Muchos de los heridos a los que atendía no podían moverse de su cama, por lo que
PERFIL DEL SUSUARIO: MUJER ENTRE 40 Y 50 AÑOS,
TRABAJO SEDENTARIO, Y PROBLEMAS DE
ESPALDA
montó sobre ellas un sistema de muelles para ayudarles a ejercitar las extremidades. Estos ejercicios con muelles se convirtieron en la base del aparato que diseñaría más tarde para ser utilizado conjuntamente con los ejercicios de colchoneta. El buen resultado de su trabajo fue muy bien valorado por los médicos, ya que con sus ejercicios la recuperación era más rápida. Incluso se extendió el rumor de que sus compañeros de reclusión habían superado la epidemia de gripe de 1918 gracias a su buena forma física.
Desde 1926, fecha en la que fundó su primer estudio de Pilates en Nueva York, tras emigrar a Estados Unidos, su método se ha