LAS PRÓTESIS NO SON SOLO PARA MAYORES
Cuando hablamos de prótesis de cadera asumimos que el paciente tiene una edad avanzada. Esto ha sido tradicionalmente así, pero últimamente ha crecido el número de pacientes afectos de artrosis en edades tempranas. Se trata de un reto importante porque nos encontramos ante un paciente joven, activo, al que el dolor le impide realizar una vida normal, que requiere una solución quirúrgica y que, probablemente, y dada su edad, necesite nuevas intervenciones a lo largo de su vida. Son pacientes que van a volver a ser muy activos tras la cirugía y, en consecuencia, van a someter a las prótesis a unos requerimientos muy superiores a los que habitualmente vemos en personas de edad mucho más avanzada.
Cada paciente requerirá un tratamiento «personalizado», aunque todos ellos se podrán beneficiar de los avances técnicos, que se centran en tres aspectos. El primero, en el desarrollo de prótesis que permitan el ahorro de hueso. Esto es importante porque se consigue, por un lado, una menor agresión quirúrgica, y por otro, una mayor reserva ósea, que será importante a la hora del recambio.
El segundo avance tiene que ver con las técnicas de cirugía mínimamente invasiva, con las que conseguimos una recuperación más rápida. Y, por último, nos tenemos que referir a las mejoras en los materiales de la prótesis. Tenemos a nuestra disposición materiales de rozamiento que casi no se desgastan, que nos permiten utilizar cabezas de mayor tamaño para reconstruir mejor la anatomía y que permiten una vida más activa. En definitiva, la prótesis de cadera en pacientes jóvenes no debe ser vista como algo proscrito, si no como una oportunidad de permitir al paciente volver a su vida normal.