De la aguja a la electrónica
Los dispositivos electrónicos, cada vez más presentes en el ámbito clínico, suponen mayor comodidad para el paciente, al tiempo que le ayudan a garantizar la máxima eficacia en los tratamientos crónicos
Los dispositivos electrónicos cada vez están más presentes en el ámbito clínico. Y no solo para mejor desempeño de los especialistas. Los pacientes también pueden beneficiarse de aparatos electrónicos de administración del tratamiento suponen una mayor comodidad para el paciente y garantía de cumplimiento, de cara a conseguir la máxima eficacia del tratamiento. Dos ejemplos, son los dispositivos que permiten dispensar dosis de hormona del crecimiento en niños con este déficit y los fármacos inmunomoduladores en personas con esclerosis múltiple.
El déficit de hormona de crecimiento, que actúa directa o indirectamente en el desarrollo de órganos y tejidos, es una afección congénita o adquirida que se caracteriza por la ausencia total o parcial de dicha hormona en plasma. Se produce cuando la glándula pituitaria, situada en el cerebro, es incapaz de liberar o producir cantidades adecuadas de esta hormona. En los niños tiene como consecuencia un crecimiento lento y sin tratamiento, pocos alcanzarán su altura potencial en la edad adulta.
El tratamiento de dicho déficit consiste en la inyección diaria, antes de acostarse de una dosis establecida por vía subcutánea para que su crecimiento no se vea afectado. Si el cumplimiento de un tratamiento prolongado es complicada en el caso de los adultos, lo es más aún en el de los pequeños, que además tienen que vencer el miedo natural a las inyecciones.
Desde 2007, existe en el mercado un dispositivo electrónico de inyección que permite administrar la hormona del crecimiento de forma más fácil. Comercializado por Merck, easypod® permite preestablecer las dosis, facilitando así la administración del tratamiento, y registrar la adherencia del paciente a Saizen® (somatropina RDNA), la terapia inyectable de hormona del crecimiento recombinante de la compañía.
Al facilitar el correcto seguimiento del tratamiento, este dis- positivo electrónico ayuda a los pacientes que necesitan la hormona de crecimiento a alcanzar su máximo potencial en cuanto a talla, con la ventaja de que la aguja no está al descubierto, con lo que despierta menos temor en los pequeños.
Esclerosis múltiple
Rafael Arroyo González. coordinador de la unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, explica las ventajas del autoinyector en esta patología desmielinizante.
« Fuimos pioneros a la hora de utilizarlo. Es un dispositivo que aporta beneficios notables al paciente, porque puede regular la velocidad con que se introduce fármaco y la profundidad a la que se clava de la aguja, que además no se ve, otro ventaja, porque a muchas personas no les gusta. Además es fácil de utilizar y hemos visto que facilita la adherencia al tratamiento en esta patología crónica por dos motivos: con este dispositivo es más fácil pincharse y además se puede monitorizar si se han perdido o no dosis».
De tamaño un poco mayor que una agenda electrónica, permite llevarlo en los viajes, algo que sobre todo a los pacientes jóvenes que trabajan les confiere un grado de libertad importante, señala Arroyo.