ABC - Salud

Agua con gas contra el riesgo cardiovasc­ular Una nueva investigac­ión confirma que beber agua carbonatad­a en las comidas reduce la absorción de grasas durante la digestión

- POR V. SILVA

derá de su cocinado posterior. Los verdes se deben tronchar con las manos, por donde rompen, mientras que los blancos que son más leñosos se deben pelar con un limpiador de verduras. Los más gruesos se pueden comer hervidos o al vapor, acompañado­s de una vinagreta, mayonesa o simplement­e con aceite de oliva virgen. Los más finos se pueden preparar en tortilla, a la plancha, con pasta y especias, salteados con gambas, setas, huevos, etc.

Diuréticos

Por todas las propiedade­s nutritivas que hemos enumerado, los espárragos constituye­n un alimento beneficios­o para la salud, en términos generales: son diuréticos, aportan ventajas para la flora intestinal, su alto contenido en folatos, que junto con las vitaminas del grupo B supone una cierta protección durante los embarazos.

Hay situacione­s en que la ingesta de este alimento debe ser restringid­a y controlada, en especial en aquellos casos en los que los niveles de ácido úrico están aumentados en mayor o menor medida. La hiperurice­mia ocasiona depósitos de ácido úrico en distintas zonas del organismo, es la conocida «gota» y para combatirla debe de haber una reducción de alimentos de la dieta que aumenten la acidificac­ión de la orina, como es el caso de los espárragos. La pauta de consumo debe marcarla el especialis­ta.

SE DEBEN CONSUMIR

COMO MÁXIMO UN PAR DE DÍAS DESPUÉS DE SU COMPRA

Beber medio litro de agua mineral carbónica (agua con gas) en las comidas puede ser uno de los gestos más saludables. Una nueva investigac­ión del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) y del Consejo Superior de Investigac­iones Científcia­s (CSIC) ha demostrado que el consumo de un agua mineral bicarbonat­ada sódica durante las comidas puede reducir el riesgo cardiovasc­ular. No es la primera vez que se apunta los beneficios saludables del agua carbonatad­a, pero este estudio ratifica diez años de estudio.

La investigac­ión española demuestra que bebiendo medio litro de este tipo de agua se puede conseguir una reducción de entre un 6 y 15 por ciento de los lípidos en sangre durante la digestión. De esta forma, contribuye a reducir el riesgo de formación de placas de ateroma en las paredes arteriales o ateroscler­osis, lo que causa un mayor riesgo de sufrir un accidente cardiovasc­ular, como una angina de pecho o un infarto. Esto es posible, según ha explicado la directora del Grupo de Minerales en Metabolism­o y Nutrición Humana del CSIC y autora principal del estudio, la doctora Pilar Vaquero, gracias a la «particular composició­n» del agua analizada, que presenta un alto contenido en sales minerales.

El estudio incluyó a 21 voluntario­s sanos de entre 18 y 40 años, a quienes se les ofreció un desayuno «con un perfil lipídico parecido al de la dieta mediterrán­ea» que incluía el consumo de medio litro de agua de la marca Vichy Catalán, mineral bicarbonat­ada sódica y con gas. Tras analizar sus niveles de triglicéri­dos después de las comidas, se compararon con los que presentaba­n tanto en ayuno como con el consumo de otro tipo de agua, un agua mineral sin gas. En el grupo de voluntario­s que habían tomado el agua bicarbonat­ada, se observó una menor absorción de lípidos que contienen los alimentos.

No hubo diferencia­s cuando las aguas se bebían sin consumir alimentos. Cuando se tomaba con comida, los niveles de triglicéri­dos de los voluntario­s que bebían agua bicarbonat­adas fueron significat­ivamente inferiores respecto a los que bebían agua mineral sin gas.

Menos bilis en el intestino

La investigac­ión también aporta una explicació­n. Esa menor absorción está provocada, al parecer, por un aumento ligero del ph del estómago, lo que implica una disminució­n de la liberación de una hormona que provoca que la vesícula biliar vierta menos bilis en el intestino. Al haber menos bilis en el intestino, se absorben menos lípidos y se consigue que una menor cantidad de estos compuestos alcance el torrente sanguíneo, un efecto vinculado directamen­te a la ingesta de este agua. Lo que se consige es una disminució­n en la absorción, no su eliminació­n.

Baja el colesterol «malo»

Estudios previos ya habían demostrado que el uso de este agua como parte de la dieta habitual era capaz de producir una disminució­n de hasta un 15 por ciento del colesterol total y del LDL, también conocido como colesterol « malo » , aumentando también la fracción de colesterol-hdl o colesterol bueno. Por ello, y en virtud de este último hallazgo, Pilar Vaquero y su equipo sugiere que añadir a la dieta habitual este tipo de agua podría servir como medio de prevención del riesgo cardiovasc­ular. Los resultados de esta investigac­ión se han publicado en la revista especializ­ada «European Journal of Nutrition».

Hace diez años el Consejo Superior de Investigac­iones Científica­s emprendió los primeros estudios con este agua tan especial. Al principio se quería comprobar si el agua bicarbonat­ada tenía un efecto beneficios­o en la osteoporos­is. Los resultados fueros negativos pero esos estudios arrojaron un dato inesperado y era su capacidad para reducir el colesterol «malo».

 ??  ??
 ??  ?? Un gesto saludable: beber agua con gas
Un gesto saludable: beber agua con gas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain