¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR EL DOLOR DE ESPALDA?
El actual modo de vida, que tiende más al sedentarismo y conlleva un aumento de la obesidad, ha provocado un incremento de las patologías de la columna vertebral en la población. Sobre todo las lumbares y cervicales. Sin embargo, con unas sencillas pautas de comportamiento se puede mejorar de forma considerable la calidad de vida. La práctica de ciertos hábitos de vida saludable puede prevenir dolencias futuras. Es conveniente que el paciente corrija la higiene postural en su vida cotidiana, porque los malos hábitos, el sedentarismo y el estrés agravan la sintomatología. Por otro lado, la práctica de deporte fortalecerá los músculos y evitará que toda la fuerza ejercida al realizar una a actividad recaiga directamen- te sobre los discos de la columna. Tan sólo 10 minutos diarios de ejercicio físico bastan para prevenir el dolor, siempre y cuando no se haga de forma abusiva y no cause molestias. El buen estado físico es, por tanto, fundamental para fortalecer la musculatura de la espalda. Asimismo, una nutrición adecuada es condición indispensable para un buen desarrollo físico. El exceso de peso no es aconsejable en personas con una dolencia discal, por ejemplo. En este sentido, una vida sana con una alimentación equilibrada evitará que sse agraven los problemas en el futuro. En el caso de las mujeres, es recomendable evitar el uso frecuente de zapatos de tacón alto, debido a que modifica la estática y la dinámica de la columna. Un hábito que, a medio y largo plazo, tenderá a incrementar los efectos de pequeñas alteraciones que se pudieran padecer.